Las autoridades de Costa Rica malgastan el dinero y esto también podría ser aplicable a otros países de la región, según un reciente artículo publicado en la revista británica The Economist.

 

Según recordó el autor de la publicación, Michael Reid, el déficit fiscal del país asciende al 7% de su PIB y la actual reforma fiscal ha aumentado algunos de los impuestos y ha limitado los aumentos salariales, algo que ha dado lugar a manifestaciones y huelgas y, como consecuencia, al cierre de la mayoría de las escuelas públicas debido a la huelga de profesores.

 

De acuerdo con el medio, los inversores incrementaron los costos del servicio de la deuda pública.»A menos que (el socialdemócrata) Carlos Alvarado, presidente electo del país, gane esta prueba de fuerza, Costa Rica puede repetir el destino de Argentina y verse obligada a firmar un acuerdo con el FMI».

 

Según The Economist, la democracia y las industrias como el ecoturismo o la fabricación de instrumentos médicos convierten a Costa Rica en un país ejemplar para América Latina; sin embargo, «malgasta el dinero y encuentra difícil de aumentar los impuestos necesarios para pagar sus cuentas». «El coste salarial del país asciende al 12% del PIB, un 8,4% más alto que en América Latina en promedio», recordó.

 

De acuerdo con la publicación, «en promedio, el gasto público aumentó considerablemente en este siglo, parcialmente debido a los ingresos adicionales proporcionados por el auge de los productos básicos».

 

Sin embargo, «los días de obtener dinero público fácil han acabado», advirtió Reid. Según el autor, los gobiernos latinoamericanos deben aprender a gastar el dinero de manera más eficiente y cambiar sus prioridades para satisfacer a un electorado cada vez más exigente. 

 

El autor recordó que  alrededor del 16% del gasto público —o un 4,4% del PIB— en América Latina se malgasta. Entre las razones del fenómeno figuran la ineficiencia, la corrupción en la contratación pública y el hecho de que los funcionarios públicos de baja categoría tienen los salarios más bajos que los trabajadores del sector privado. Asimismo, los grandes gastos de pensiones discriminan a la juventud.

 

Por ejemplo, «los gobiernos gastan 4.000 dólares al año por una persona mayor de 65 años y 1.500 dólares por un menor de 10 años», admitió el columnista.

 

Según declaró a los medios un asesor de Alvarado en Costa Rica, Ottón Solís, «el obstáculo para nuestro desarrollo es la ineficacia del Estado y sus costos». Se espera que las nuevas autoridades costarricenses luchen contra la evasión fiscal. 

 

No obstante, mientras que Alvarado tiene una «autoridad moral» para hacer frente a los intereses creados, la mayoría de los líderes democráticos latinoamericanos están pasando por una crisis de credibilidad.

 

«Mejores Estados exigen políticos más preparados y esta es la parte más difícil», concluyó Reid.

 

(Sputnik)