La alternativa para enfrentar el bloqueo financiero impuesto por Estados Unidos y que por esta vía se posibiliten los pagos a proveedores internacionales para adquisición de alimentos y medicinas, es una de las funciones que viene a cumplir el petro, la criptomoneda impulsada por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Pero además debe cumplir con una función estratégica y convertirse «en una divisa que tenga aceptación más allá de las fronteras. Una divisa de intercambio que cumpla con todas las funciones y condiciones del dinero para que se transforme en una moneda internacional», sostuvo Jesús Faría en una entrevista que concedió a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN). 

 

Para el economista, constituyente y responsable de la Vicepresidencia de Economía del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el petro surgió como una respuesta coyuntural, dado que Venezuela no podía efectuar pagos con la moneda norteamericana. «No teníamos acceso a recursos internacionales y dentro de un abanico de opciones tuvimos que diseñar un instrumento que pudiera evadir el bloqueo y a la vez obtener un tipo de financiamiento».

 

El economista, quien también se ha desempeñado como ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, aunque reconoce que no se trata de una criptomoneda convencional, porque tiene diferencias esenciales, está respaldada por un Estado, se construye sobre la base de una institucionalidad, no se mina y se sustenta en commodities (petróleo, oro y otros minerales), «haremos todo para que se convierta en una divisa de intercambio internacional que sea aceptada, que genere confianza en actores económicos, que se convierta en un vehículo que nos permita realizar los pagos», puntualizó.

 

Jesús Faría despeja que el petro es una iniciativa de las muchas que supone el programa integral para la recuperación económica propuesto por el presidente Maduro, pero que tampoco representa por sí solo una solución mágica.

 

«El petro es uno de muchos instrumentos y está llamado a jugar un papel importante pero no es una varita mágica, no será para salidas milagrosas; pero es parte de un esquema monetario que busca estabilizar la economía del país, desacoplando nuestra moneda y operaciones monetarias del dólar, para que quede protegido de la especulación cambiaria. Esos son los avances que hemos podido lograr, no son resultados óptimos todavía, pero es una ganancia importante», precisó el economista.

 

En Venezuela no hay control de cambio

 

El economista reiteró que en Venezuela no hay control de cambio, pero como en la mayoría de los países, existe supervisión por parte del Estado.

 

«Podemos decir que no hay control de cambio, pues actualmente hacer transferencias y operaciones cambiarias al margen del Estado no constituye un delito, no hay restricción ni una asignación discrecional, nada de eso existe. Ahora, tampoco hay absoluta libertad cambiaria, y esa absoluta libertad cambiara existe en muy pocos países. Un modelo neoliberal como el del presidente argentino Mauricio Macri, que está pasando un maremoto, donde la moneda ha perdido más de 40% de su valor, tienen una salida masiva de recursos producto de la desconfianza, hay controles, están manejando la posibilidad de bandas de flotación, eso no es absolutamente libre, no es una flotación absolutamente libre, esos modelos donde hay libertad cambiaria absoluta existen en muy pocos países», resumió Jesús Faría.

 

Explicó que en Venezuela se interviene en el sistema cambiario para tratar de regular; y que para levantar el control cambio se produjo un debate, y fue producto del consenso.

 

«Hubo un debate en el seno de la Revolución y en el Psuv. Se debatieron diversos puntos de vista y se contrastaron. Eso se dio sin mayores problemas y se tomó la decisión. En realidad los medios privados se encargaron de generar mucha intriga en relación al desmontaje del control de cambio. Fueron los medios que catalogaban algunas opiniones como disidentes, de ruptura, nosotros lo veíamos como parte de un debate. Ahora,  algunos actores con importante presencia mediática, con posiciones sumamente dogmáticas, atrasadas de la época medieval hicieron ruido terrible y en lugar de discutir con argumentos se dedicaban a tirar piedras, a descalificar y descalificándose ellos mismos con opiniones tan irracionales que asumían, y eso le hacía el juego a esa opinión tratando de generar confrontaciones inexistentes tratando para descalificar un debate de altura donde las posiciones siguieron sus posturas», explicó el exministro de Inversión Extranjera Jesús Faría.

 

Incorporación de nuevos actores

 

Faría explicó que se llegó a este nuevo escenario luego que el Gobierno reformuló la estrategia económica con el plan de recuperación y crecimiento económico.

 

Amplió que se empezó por despenalizar esquemas. «Se derogó la Ley de Ilícitos Cambiarios y se desmanteló el control de cambio, cuando eso ocurre hay que diseñar y construir un sistema cambiario. Un sistema de libertades cambiarias, y eso se está haciendo, de manera progresiva incorporando a nuevos actores como casas de cambio, bancos, y a medida que transcurra el tiempo otros actores como las bolsas, por ejemplo», dijo.

 

El economista subrayó que en un sistema de libertad cambiaria hay que incorporar a todos los actores, y «por supuesto el Estado, como lo está haciendo ahora, siempre normando, siempre regulando el desempeño, el desarrollo de las operaciones cambiarias, por otra parte, se ha hecho un esfuerzo por ir unificando las diferentes tasas de cambio, y aquí hay un primer obstáculo, un problema con el control de cambio hay un mercado negro afectado por la especulación, se deroga o se desmantela el control de cambio, pero siguen presiones especulativas muy fuertes muy severas, y entonces el Estado a través de un sistema de subastas con pocas divisas que ofertar tiene el enorme desafío de coadyuvar a una flotación de la tasa de cambio que sea lo más estable posible, lo más cercano posible a la realidad, que refleje lo que está ocurriendo y que no sea severamente afectada por la especulación. Ese es un desafío, es una tarea y el esfuerzo que está haciendo el Gobierno Bolivariano para tratar de estabilizar ese espacio medular de crisis», concluyó Jesús Faría.

 

(AVN)