Según recoge el periódico Le Parisien, la joven Estelle, de 19 años, estaba irreconocible hace tan solo unos días. La estudiante de inglés cuenta que se compró un tinte de pelo en un supermercado local. Antes de aplicárselo, se hizo una prueba para verificar si le daba alguna reacción alérgica, pero no tuvo en cuenta que debía esperar hasta dos días y no solo media hora.

 

Varias horas después de cambiar el color de su pelo a negro, se le desarrolló una reacción alérgica a la parafenilendiamina y la piel de su rostro comenzó a hincharse. Estelle se dirigió a la sala de emergencias cuando la circunferencia de su cabeza había aumentado de 56 a 63 centímetros.

 

En primera instancia le dieron medicamentos y la enviaron a reposar a casa, pero la hinchazón siguió creciendo. Su lengua estaba tan inflada que la joven comenzó a ahogarse. Rápidamente fue hospitalizada y, después del tratamiento, el estado de Estelle comenzó a mejorar. Una vez en casa ya recuperada, la chica publicó las imágenes de su rostro deformado como una advertencia para todos los desprevenidos.

 

«Cometí un error y quiero avisarles a los demás: ¡No hagan como yo! También las advertencias deberían ser más claras y alarmistas», reprocha la joven.

 

La parafenilendiamina es una sustancia muy común en los tintes de cabello. Según recoge el periódico, entre el 2% y el 3% de la población tiene alergia a esta sustancia, aunque puede que no sea tan intensa.

 

(Sputnik News)