cuadro-prost.jpg

La permanencia de gandoleros que aguardan durante días en el terminal marítimo Eulalia Buroz de Puerto La Cruz a la espera de que una embarcación los traslade a la isla de Margarita, es aprovechada por mujeres (entre ellas menores de edad) que se dedican a vender sus cuerpos.

 

El transportista de carga pesada, Julio Suárez, quien aseguró pasar hasta una semana por subir a un ferry, contó que ha observado con asombro “como se acercan niñas a ofrecerse”.

 

“Esto durante las noches parece un bar. Vienen prostitutas de todo tipo, con diferentes tarifas. Eso además es riesgoso, porque generalmente esas mujeres están en complicidad con delincuentes”.

 

Jesús Guzmán, quien traslada mercancía seca al estado Nueva Esparta, mencionó que lleva más de una década usando el terminal marítimo “y en los últimos años sus condiciones han empeorado”.

 

“Ya no estamos seguros. El terminal se ha convertido en un espacio para la delincuencia y la prostitución. Da dolor ver como hay niñas dedicadas a la mala vida”.

 

(Eltiempo)

sustento-2.jpg