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La amplia sonrisa de Yrene Naujenis ha sido noticia en estas dos semanas de Mundial Femenino Sub-17. En Jordania, los asistentes a los juegos ven como parte del espectáculo la forma en la que exclama, sufre, festeja y hasta dirige desde la tribuna cada partido de “las chamas” Vinotinto.

 

Pero, lo que más llama la atención son las celebraciones que hace desde esa distancia luego de cada gol de su hija Deyna Castellanos. Ya es un ritual para ambas señalarse entre sí y dibujar con las manos un corazón

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“Nos pusimos de acuerdo para hacerlo cada vez” explicó a FIFA. “Es nuestra pequeña señal, para reconfirmar nuestro vínculo especial.” Yrene sabía que Deyna iba a ayudar a su equipo a remontar el juego de cuartos contra México. Ella la ha visto jugar desde pequeña y se sabe todos sus movimientos.

 

“He pasado tanto tiempo viendo su juego, que yo sepa todos sus movimientos (…) Cuando ella sedirige al área de esa manera, por lo general no falla (…) Ella tiene un tiro muy potente, y cuando golpea la pelota, siempre va recto como una flecha”, así describe la madre el gol que empató el juego en el que Castellanos hizo un disparo sorpresa entre dos defensoras y la colocó en el ángulo superior derecho de la portería rival.

 

Deyna se ha convertido en la jugadora más importante del torneo, no solo por la calidad de los goles que ha convertido, sino por lo peligrosa que es para cualquier defensa. Para la madre, las sensaciones frente a tal desempeño no pueden ser explicadas con palabras.

 

“No puedo encontrar las palabras adecuadas para describir lo que siento. Yo diría que soy feliz – muy feliz, por supuesto “, expresó.

 

(Agencias)

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