Este 4 de diciembre, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, ha declarado que su país no producirá y no desplegará proyectiles de alcance medio y corto ni realizará pruebas con ese armamento durante los próximos 60 días pero, en ese mismo plazo, Rusia deberá volver a cumplir con sus obligaciones establecidas en el tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) porque, si Moscú no lo hace, Washington abandonará ese acuerdo.

 

Pompeo se ha manifestado de ese modo en el marco de la reunión de ministros de Exteriores de países de la OTAN en Bruselas (Bélgica). Durante esa reunión, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha indicado que esa organización «ofrece a Rusia la última oportunidad para salvar» ese pacto porque, si no reacciona, Moscú «debe prepararse para un mundo sin el tratado INF».

 

Como respuesta a palabras de estos funcionarios, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova ha asegurado que Moscú «cumple estrictamente con las normas previstas por el INF» y «la parte estadounidense está al tanto de ello».

 

La postura de Rusia

 

Rusia ya ha repetido en diversas ocasiones que no viola el tratado INF de ninguna manera. En octubre, el embajador de Rusia en EE.UU., Anatoli Antónov, recordó que Washington no ha presentado ninguna prueba que corrobore su acusación respecto a que Moscú desarrolla un sistema de misiles de crucero que iría en contra del INF.

 

«Se nos acusa de violar este tratado por el hecho de que supuestamente tenemos un determinado misil 9M729 que viola sus disposiciones. Sin embargo, no se proporcionan las pruebas ni los fundamentos específicos sobre los que se basa esa conclusión […] estamos esperando los hechos concretos y rechazamos cualquier alegato», aseveró Antónov.

 

Un mes después, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que Moscú reaccionará de forma apropiada si Washington abandona este tratado, una decisión que «no quedará sin respuesta por nuestra parte». En otras declaraciones, el líder ruso subrayó que si se eliminan los tratados sobre arsenales «solo quedará una carrera armamentista» y destacó que Washington decidió retirarse del INF hace mucho tiempo.

 

El director ejecutivo de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra, considera que EE.UU. representa un riesgo para los intereses de otros países al instar a cerrar o reformar organizaciones como la OEA, la ONU o la UE. «Es evidente que esto tiene doble mensaje», debido a que «EE.UU. dice respetar una multipolaridad y, en la práctica, no la respeta» porque pasa por encima de otros intereses en beneficio propio, asegura este analista.

 

  • El 20 de octubre pasado, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció su intención de retirarse del tratado INF, alcanzado en 1987 entre EE.UU. y la entonces URSS.

 

  • Según el Kremlin, la salida estadounidense del pacto es una posibilidad preocupante que convertiría al mundo en un lugar más peligroso. Además, las intenciones de EE.UU. de abandonar el tratado forzarán a Rusia a tomar medidas de seguridad.

 

(RT)