Dos periodistas jordanos podrían enfrentarse a penas de cárcel por un simple meme. Se trata de una imagen manipulada del cuadro La última cena, de Leonardo da Vinci, que compartieron en Internet. En ella, aparecía en la escena el famoso cocinero turco Nusret Gökçe, detrás de Jesucristo, sazonando una tabla con diferentes piezas de carne colocada frente a Él. La imagen fue publicada en el perfil de Facebook del periodista Mohammad alWakeel.

 

Gökçe, rebautizado por los internautas en las redes sociales como Salt Bae por su peculiar manera de arrojar la sal, es el propietario de una cadena de restaurantes de carne y ha sido muy criticado recientemente por agasajar en su lujoso restaurante de Estambul al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. También es una estrella de Internet por bromas como la que acaba de poner en aprietos a los dos periodistas jordanos.

 

La polémica imagen del chef junto a Jesús y sus apóstoles fue inmediatamente retirada de la red social junto con una disculpa, que también fue publicada en la página web de noticias Al Wakkel News, que dirige el periodista. 

 

“No teníamos intención de herir a nuestros hermanos cristianos. Destacamos que la persona que publicó la imagen no estaba al tanto del contenido de la misma”, rezaba el texto para pedir perdón.

 

Pero el fiscal general de Ammán consideró que había indicios de delito al tratarse de una imagen ofensiva tanto para los cristianos -el 6% de la población jordana- como para los musulmanes -para los que Jesús es un profeta-. El lunes ordenó la detención del periodista  Mohammad alWakeel y del editor en prácticas Ghadir Rbehat, que, según la versión de Al Wakeel News, fue quien la publicó por error.

 

Según medios locales, el Consejo de las Iglesias de Jordania pidió a la fiscalía que los perdonase, pero el fiscal, inicialmente, se negó siquiera a dejarlos en libertad bajo fianza. Tras dos días de arresto y varias protestas y sentadas en solidaridad con los detenidos protagonizadas por sus compañeros de profesión, el fiscal general cedió y admitió que fuesen liberados previo pago de una fianza a la espera de que se inicie el proceso judicial contra ellos.

 

Se da la circunstancia de que los arrestos se ha producido en medio de las protestas que,  desde hace semanas, se suceden en Jordania contra la reforma de la ley de delitos informáticos, que se prevé sea aprobada próximamente por el Parlamento.

 

Según denuncian las diferentes asociaciones profesionales de periodistas locales y algunas organizaciones pro derechos humanos, como Amnistía Internacional, las reformas están encaminadas a restringir la libertad de expresión y de prensa. Se endurecen las penas para quienes cometan ciberdelitos, pero también se incluye una vaga definición de lo que será tipificado como «delito de odio» para el que se prevén condenas de hasta tres años de cárcel.

 

(Verne)