Detrás del asesinato de la joven modelo y estudiante la universidad Yacambú, Ángela Medina Valles, hay varias historias y hechos extraños que muchos saben, pero no se atreven a comentar frente a familiares de la víctima, mucho menos en presencia de los reporteros que cubren la fuente policial.

La forma cruel y perversa como el novio de la víctima, David Emiliano Ramírez la asesinó, pudiera presumir que además de estar bajo los efectos de alguna droga o alcohol, los conflictos de pareja, la infidelidad, los celos mutuos y la condición sexual del joven excantante de la agrupación Los Ilegales, influyeron para el final trágico de una pareja que aparentemente vivían intensamente enamorados.

David, más que una molestia por traición, descargó su ira contra Ángela, a quien estranguló y asfixió con la funda de una almohada.

Un comentario que el novio de la modelo subió a su cuenta de Facebook hace una semana, desencadenó todo: “Estoy muy feliz papi, solamente me faltas tú”.

Este mensaje que David Ramírez le envió a su supuesto amante, el hoy también detenido Yohalber José González, de 28 años de edad, y que Ángela pudo leer, confirmó la condición sexual del autor material del asesinato, y generó la decepción de la modelo, quien amenazó con decírselo a su suegra, la cual llegaría a Barquisimeto esa misma semana.

Para muchos amigos y familiares, David Ramírez era un joven talentoso, pero narcisista. La sospecha de su bisexualidad fue despejada por la propia modelo, quien descubrió y le reclamó airada su gusto por los hombres. Ese reclamo le costó la vida. La noche del martes 5 de agosto, Ángela le gritó en su cara que él era bisexual, y David aprovechó para recriminarle una supuesta infidelidad con un señor mayor de buena posición, que ella conoció estando en Caracas.

Los celos del novio y la decepción de la novia fueron los detonantes para que aquella noche se desatara una fuerte discusión, que terminó en el silencio asfixiante de la estudiante de Derecho, quien apareció en unos matorrales en la vieja carretera Barquisimeto-Yaritagua, con parte de sus genitales quemados, lo cual puede ser un signo del tipo de castigo que el novio celoso le quiso aplicar a su supuesto amor.

Quien hasta ese martes vivía en el mundo de la moda, la farándula, siempre bien vestida, impecable y arreglada para cada ocasión, terminaría en un sitio enmontado, semidesnuda, con su pantalón jeans lleno de barro y gasolina, la cara quemada, el cabello rubio que le había arreglado su fiel peluquero totalmente chamuscado, y el cuerpo lleno de hematomas, como una especie de marca que el novio quiso dejar, pensando que nunca lo descubrirían.

Todos señalaron a Ramírez como presunto homicida. El muchacho llegó a la morge del Hospital Central de Barquisimeto, fingiendo que no sabía nada. La Policía lo retuvo para interrogarlo y lo dejó preso. En sus respuestas, el muchacho se contradijo. Al llegar a la casa comenzaron a discutir. Él la estranguló probablemente ayudado por Yohalber, compañero sentimental de David. Solo no podía. La diferencia de altura entre él y ella podía ser un problema. Luego llamaron a dos amigos, uno de ellos Víctor Marín, manager de una joven cantante, hermana de la merenguera Liz.

Durante la presentación a los medios de comunicación de los cuatro responsables de la muerte de la modelo Ángela Medina Valle, se escuchaban algunos reclamos entre los cómplices detenidos. Yohalber, amigo íntimo de David le gritaba llorando: “David, di la verdad, por qué nos involucrastes a nosotros”. El asesino señalado, reguetonero en promoción, solo respondía cual frase de canción: “Entre cielo y tierra no hay nada oculto”.

(NoticiasBarquisimeto)