Largas colas y estaciones cerradas era el angustiante escenario que presentaban las gasolineras este sábado en Maracaibo. Los conductores, entre madrugonazos, recorridos de bomba en bomba y un sofocante calor se enfilaban en hileras en las que superaban tres horas de espera para tanquear.

 

“Madrugué para pasar y ver si lograba echar gasolina, porque llevo dos días intentándolo sin éxito, pero me tocó esperar y ya llevo 3 horas en cola”, apuntó Luis Carvajal, quien había pasado por seis estaciones de servicio (E/S) desde las 6:00 a.m. de su día de descanso, para poder llenar su tanque.

 

El poco éxito que tuvo al encontrar una espera más o menos decente lo obligó, entre gasolineras cerradas y líneas que superaban los 60 vehículos en fila, a hacer uso de su paciencia.

 

Pero cuando ya se encontraba cerca de la meta, a escasos metros de donde estaba Carvajal, había una subcola. Más corta y formada por vehículos que el hombre de 48 años no había visto antes. Se trataba de “clientes especiales” que pagaban hasta 500 bolívares para evitar la espera e ir directo al llenado.

 

Allí, aguardaba Ramón Ortega, transportista, quien admitió haber pagado la suma de dinero en efectivo a los bomberos de la S/E Lagopista para pasar más rápido que el resto.

 

Ortega se escudó en que pasar tres y cuatro horas esperando para llenar el tanque le bajaba la “rentabilidad” a su trabajo como chofer de pasajeros. 

 

Esta razón no la compartían los otros usuarios, quienes se quejaban por la preferencia. “Aquí hacen de todo una trampa, cómo es posible que por pagar unos bolívares más a alguien puedas pasar por encima del que hace la fila. Hay islas que no tienen carros, pero que tienen gasolina. ¿Por qué será? Pues para el negocio que tienen aquí”, refunfuñó el sexagenario Rafael Quintero.

 

En otra locación, en la E/S Nigale, ubicada cerca del elevado de Las Delicias, los bomberos manifestaron que tras la presencia de apagones y múltiples fluctuaciones en El Bajo, de donde distribuyen el combustible a las gasolineras, hubo alteraciones en el reparto del litraje. Dijeron que no había sistema ni estabilidad en el servicio eléctrico, lo que complicaba el despacho.

 

Un trabajador, que quiso mantenerse en anonimato, sostuvo que  solamente  tres camiones  estaban despachando ayer a las diversas estaciones. Además, agregó que estaban recibiendo apoyo desde Punto Fijo, estado Falcón, para garantizar el carburante a los zulianos.

 

Se conoció también por vía extraoficial que habría ocurrido un incidente en El Bajo, cuando una de las gandolas distribuidoras hubiese impactado por accidente a una tubería por la que circulaba el derivado del petróleo, ocasionando pérdidas e inconvenientes para el personal.

 

Desde la E/S Cosmopolita también el personal también explicó que desde las seis de la mañana abrieron sus islas a los conductores, a pesar de que el jueves y viernes tuvieron intermitencias en el recibimiento del carburante. Aseguraron que tenían completo almacenamiento de gasolina, pero que estaban recibiendo más choferes de lo usual porque varias bombas estaban cerradas.

 

Bajo un ardiente sol, cientos de automóviles iban uno detrás de otra en kilométrica hilera en la E/S Falcón. Igual se desbordaban los vehículos en las E/S El Pinar, Los Pinos, Bella Vista, El Turf, El Carmen, La 16 y  Pomona.

 

Muy por el contrario, desoladas y sin esperanza de recibir combustible para vender, estuvieron cerradas las estaciones de Belloso, Padilla,  Amparo, Cañada Honda, Curva de Molina, en la Circunvalación 2 y en San Jacinto.

 

Pero no solo trascendió el colapso en Maracaibo, sino que llegó al municipio San Francisco, desde donde la E/S El Bebedero mostraba una gran conglomeración de sureños haciendo sacrificios para echar gasolina. Igualmente en vía a La Concepción el aglutinamiento se presentó, denunciaron vecinos.

 

Desde Panorama se intentó establecer contacto con el secretario de Gobierno, Lisandro Cabello, para conocer su respuesta sobre el estado de la distribución en el Zulia, pero no fue posible.

 

(Panorama)