Una pancarta con las palabras «Macron, lárgate», exhibida por uno de los manifestantes que participaron en las protestas de los «chalecos amarillos» el pasado sábado en París, fue parcialmente modificada durante la emisión de un bloque de noticias del canal de televisión pública France 3.

 

Los telespectadores se dieron cuenta de que la segunda línea del mensaje del cartel que exigía la renuncia del actual presidente galo, Emmanuel Macron, había sido borrada y reemplazada por un espacio en blanco. Los internautas no tardaron mucho en encontrar la imagen original de la agencia AFP utilizada por la cadena.

 

El departamento de comunicación del ente estatal France Télévisions, al que pertenece France 3, explicó a AFP que lo ocurrido se debió a «un error y a una falta de discernimiento por parte de una persona que contribuye a la elaboración del noticiero».

 

«No es una cuestión de censura o un deseo de ocultar información», defendió la compañía, citada por medios locales.

 

El propio canal France 3 alegó un «error humano» y una «disfunción», asegurando que se «identificó el origen» y que la situación no se repetirá. «Una persona operativa intervino, el editor en jefe no detectó el cambio», declaró una fuente de la cadena al periódico Libération.

 

«Queríamos disculparnos (…) les debíamos esta explicación con respecto a la confianza que ustedes nos han dado», anunció públicamente la cadena en un noticiero posterior.

 

La violencia en las manifestaciones del último mes alcanzó niveles récord, con cientos de manifestantes heridos y numerosos policías lesionados durante las movilizaciones. Al menos siete personas murieron durante las protestas.

 

El origen de la crisis se situó en una subida de impuestos a los carburantes prevista para enero y que fue posteriormente cancelada por el Gobierno francés.

 

Tras la explosión de las protestas, las reivindicaciones se diversificaron y se empezaron a centrar en cuestiones que tenían relacionadas con el encarecimiento del coste de la vida y con la exigencia de recuperar servicios públicos perdidos en la Francia periférica.

 

(RT)