Ya tiene atragantadas las fiestas de Navidad incluso antes de comenzarlas. Shakira (41) lleva sin aparecer públicamente desde que se conocieron sus últimos problemas con la Agencia Tributaria (salvo un video compartido el viernes en redes) y eso que no fue hasta el pasado viernes 14 cuando la Fiscalía de Barcelona terminó presentando la querella en los juzgados de Esplugues de Llobregat, exigiendo una investigación a la cantante y una fianza de 19,4 millones de euros. 

 

De hecho, no hay imágenes de la intérprete de Waka Waka en este último mes, mientras que sí hay material gráfico de su pareja, Gerard Piqué, quien acudió este miércoles 19 con semblante serio a la cena navideña del Barcelona F.C. en el restaurante Vía Veneto. 

 

La oficina de comunicación de Shakira no oculta la preocupación de la colombiana, acusada de seis delitos de fraude y de usar empresas en paraísos fiscales para eludir impuestos a Hacienda. El mismo equipo asegura a LOC que ella «se enteró por la prensa» de estas acciones legales, pues la artista sigue sin recibir notificación de la querella.

 

Sin embargo, hay silencio ante las especulaciones que comienzan a surgir sobre una posible salida de la cantante de nuestro país en un futuro próximo, como el caso de Cristiano Ronaldo. «Solamente llevamos el caso relacionado con la Fiscalía y no temas relacionados con su vida personal. No te puedo contestar», explican a LOC las mismas fuentes que ya confirmaron a este suplemento que 

 

Shakira lleva pagados un total de 34,5 millones de euros a Hacienda: los 20 millones que abonó en febrero y otros 14,5 desembolsados recientemente por los tres ejercicios de 2012, 2013 y 2014. Apoyándose en sus visitas a la peluquería, entre otros movimientos, los inspectores sostienen que la cantante lleva residiendo en nuestro país desde 2011 y no desde 2015, como afirma ella.

 

En su último comunicado difundido a los medios, Shakira no sólo insiste en que ya tiene «pagado hasta el último euro exigido por la Agencia Tributaria», sino que niega que estuviese «más de 183 días en España» en cada uno de los años transcurridos entre 2012 y 2014. 

 

Además, la artista considera «muy forzados» los criterios que ahora Hacienda emplea sobre ella. «El criterio de ausencias esporádicas carece de sentido, ya que éste sólo es aplicable cuando hay presencia previa», reza el escrito. Por ello, cataloga estas acciones legales de «claro atropello recaudatorio» y presenta a la colombiana como «un chivo expiatorio», usado «para meter miedo al resto de los contribuyentes». En referencia a su entramado societario rastreado por la Fiscalía, la cantante asegura que lo formó «en 2007, antes de conocer a su pareja, cuando no vivía en España ni tenía intenciones de hacerlo».

 

Aunque no haya demostrado su inocencia en los tribunales, ya se ve afectada la imagen de Shakira, que empezó a deteriorarse en nuestro país desde que entró en su vida Gerard Piqué, a quien conoció en junio de 2010 durante la grabación del videoclip de Waka Waka, el himno del Mundial de Fútbol de Suráfrica. «Hasta entonces, el consumidor conocía a Shakira como una artista de éxito. 

 

No entendió que ella mostrara un lado más personal», manifiestan desde la agencia Personality Media, consultoría de márketing especializada en el análisis de la imagen de personajes públicos. «De los artistas se aprecia su lado profesional y su aportación a la sociedad. Entrar en otros temas personales invita a que el consumidor tenga otros aspectos que juzgar y valorar», añaden desde la consultora, que apunta que la popularidad de la colombiana en España empezó a descender en noviembre de 2010. 

 

Menos éxitos y conciertos

 

Precisamente fue entonces cuando tomaron consistencia los rumores que la vinculaban con Piqué, aunque oficialmente no rompió con Antonio de la Rúa hasta enero del año siguiente. «Sus datos van cayendo ligeramente hasta llegar a noviembre de 2014, donde guarda las peores puntuaciones», analiza Personality Media, que opina que la valoración de la cantante por los españoles cayó en un 18% en esos cuatro años: 

 

«Pasa de un 7,3 a un 6,0. En las variables de imagen en las que se nota más esta caída son en cercanía, naturalidad y modelo a seguir, que cae un 20%». 

 

Desde que comenzó su historia de amor con Piqué, se aprecia un llamativo descenso en la acogida internacional de los discos de la diva: de los cuatro millones de copias de Sale el sol, publicado en noviembre de 2010, pasó a vender la cuarta parte del álbum Shakira, editado en marzo de 2014. La diva tampoco remontó las cifras con su último álbum, El Dorado: otro millón desde mayo de 2017. Estos números están aún más alejados de los 13 millones de Laundry Service (2001) y de los ocho millones de copias vendidas de la versión en inglés de Fijación Oral (2005). También se presenta un notable descenso en su número de conciertos: si ofreció 106 fechas en todo el mundo entre 2010 y 2011, la artista realizó 54 con su última gira, transcurrida entre junio y noviembre de este año.

 

Aunque Shakira mantiene su estatus de estrella latina en todo el mundo, su peso en el mercado anglosajón va cayendo año tras año. De hecho, en 2007 registró su último top 10 en Estados Unidos, con Beautiful Liar, interpretado con Beyoncé. Su siguiente mejor puesto lo consiguió en 2014 con Can’t Remember to Forget You, número 15, y eso que contó con la voz de Rihanna. 

 

Desde entonces, la colombiana no ha vuelto a cosechar ningún otro éxito en Norteamérica ni en Reino Unido. La revista Forbes también registró la pérdida de relevancia en la industria: de situarla en 2014 en el puesto 38 de la lista de Mujeres más poderosas del mundo en 2014, al número 81 de la lista al año siguiente. Fue la última vez que figuró su nombre en este ranking.

 

Para reposicionarse, la artista viene trabajando desde 2012 con Roc Nation, la agencia de management del rapero Jay Z, que gestiona las carreras de Rihanna y Mariah Carey. 

 

A los pocos meses de esta alianza, la diva fue coach de La Voz USA, trabajo que desempeñó de nuevo en 2013. Tres años después, puso voz a uno de los personajes de Zootopia, una de las películas de Disney con mayor éxito, además de interpretar el tema central de la cinta. Así amortizó sus ausencias en entregas de premios y otros eventos musicales al otro lado del Atlántico. De todas formas, Shakira mantiene su estrellato en el mercado latinoamericano y lo hace con la ayuda de duetos con Carlos Vives (La bicicleta), Maluma (Chantaje, Trap, Clandestino) y Nicky Jam (Perro Fiel). Es más, su primera colaboración con Maluma es la canción más reproducida de la colombiana en YouTube: más de 2.200 millones de veces.

 

También Shakira goza de gran peso en las redes: con más de 55,5 millones de seguidores, es la estrella latina más importante de Instagram después de Jennifer López, que tiene 83,6 millones de seguidores. 

 

De hecho, aunque los medios internacionales se hagan eco de los problemas fiscales en España, el público latino sigue considerando los grandes temas musicales de Shakira: 70 millones de discos vendidos en todo el mundo. Así lo reflejan los últimos estudios de Personality Media: «En México, casi todas sus puntuaciones están por encima del 8 y es en noviembre de 2018 donde registra sus mejores datos. En Argentina, ocurre lo mismo: tiene un promedio de todas sus variables de imagen de un 7,8».

 

(Globovision)