La aprobación de una moción de censura contra el presidente de Guyana, David Granger, y posterior llamado a elecciones en ese país, supone para Venezuela un nuevo escenario diplomático.

 

El mandatario guyanés desde su nombramiento en 2015, hasta su destitución del cargo este viernes en horas de la madrugada, tuvo para nuestro país una política alejada de la diplomacia y respeto, en especial, en lo referente a la controversia por el Esequibo.

 

El presidente de Guyana promocionó inversiones para su país incluyendo los recursos del Esequibo y mantuvo proyectos de exploración petrolera del territorio en disputa a través de la transnacional Exxon Movil.

 

Además, Granger insistió en llevar a la Corte Interamericana de Justicia (CIJ) el diferendo por este territorio que tiene 160 mil kilómetros cuadrados y es reclamado por nuestro país desde hace más de un siglo, luego de que una sentencia del Laudo Arbitral de París, en 1899, nos arrebatara esta zona. Incluso, este Gobierno amenazó a nuestro país con la aplicación de sanciones de no acatar el supuesto fallo de este organismo.

 

Asimismo, tomó la disposición de exigir la nacionalidad de la antigua colonia británica a las personas que entren a esa nación desde Venezuela y reclamen tierras en Ekereku, espacio del Esequibo.

 

Ante estas acciones, el Gobierno Bolivariano ha insistido en el diálogo diplomático de buena fe con la Administración guyanesa y exige el respeto del territorio en disputa.

 

(LaIguana.TV)