Con el disparo que retumbó en la casa del barrio Centenario de LUZ, en la circunvalación 2, fue el fin de una relación de pareja marcada por el maltrato. La familia de Kelly Paola Pereira, de 21 años, había presenciado el carácter “celópata” de Iván Darío Huerta, quien la mató, el lunes 31 de octubre.
Un mensaje que recibió ella en su cuenta de Instagram detonó la tragedia. “Ellos estaban en el frente de la casa”, contó la prima de Kelly, Anggely Ramírez. “Ella fue al baño y dejó el celular en la silla. Recibió el mensaje y él lo leyó”.
Aunque no conocía el contenido del texto, Anggely no cree que contuviese “algo comprometedor. Se lo había escrito una amiga”, contó.
El tío de Kelly, Danny Infante, agregó: “Iván no se aguantó. Caminó hasta el baño y forcejeó la puerta, gritándole a Kelly. Ella, para evitar problemas mayores, le abrió pero se volteó. Ahí fue cuando le disparó”, dijo.
El disparo “entró por la región occipital (la parte de atrás y de abajo de la cabeza, cerca de la nuca) y describió una trayectoria ligeramente ascendente. Salió por una órbita ocular”, indicaron fuentes del Cicpc.
El disparo, estruendoso, llenó de pánico a la otra habitante de la casa, la abuela de Kelly, quien la apoyó en la relación con Iván, de quien informaron funcionarios del Cicpc que es “oficial activo de la Policía de San Francisco (Polisur). Antes, estuvo en Polimaracaibo y al Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez)”.
No obstante, desde Polisur negaron que Huerta sea efectivo de ese cuerpo policial. “En nuestra data no aparece”, dijo un funcionario.
“Su trabajo como funcionario es compartido con el de escolta de un conocido cantante de merengue de la región zuliana”, agregó la fuente del Cicpc.“Disparó con una pistola de reglamento, calibre nueve milímetros, marca SigSauer”, precisaron.
De la calle 98D del barrio Centenario de LUZ, donde mató a Kelly, Iván huyó en una moto, Kawasaki KLR 650, de alta cilindrada. “Una moto muy potente”, concedió Danny. “Él venía al barrio en ella, la tenía asignada. Siempre presumía de sus armas, traía armas largas en la casa”, agregó.
Una conducta que le granjeó pocos amigos, aunque algunos de sus vecinos compartieron con él. “Hacía tiros al aire, mató a varios perros a balazos”, contó otro vecino.
La estudiante de Comunicación Social en LUZ, será velada en la misma casa donde la mataron y su cuerpo reposará en el cementerio La Chinita.
(Panorama)