La presencia del presidente boliviano, Evo Morales, en la ceremonia de toma de posesión del nuevo mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, fue considerada inesperada e insólita por muchos.
 

Para Rafael Araújo, profesor de historia de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ) y especialista en asuntos venezolanos, Morales puede desempeñar un papel importante en el mantenimiento de las relaciones entre Brasil y Venezuela a corto y mediano plazo.»Potencialmente, Evo Morales tiene condiciones de hacer ese papel de intermediario entre Bolsonaro y Maduro. Mi duda es si a Bolsonaro le interesará esto», afirmó Araújo en una entrevista con Sputnik Brasil.

 

El profesor apuntó que para Maduro es interesante mantener un diálogo con Brasil, por su «peso económico en América del Sur» y porque tienen una frontera común. Además, es conveniente a Venezuela tener a Brasil como aliado o, al menos, un país neutro, en las tensiones en el medio de las que se encuentra el país bolivariano, en particular con Estados Unidos.

 

«Espero estar equivocado y que Evo Morales pueda ser visto como un negociador para los dos lados. Sería muy positivo para ambos países. Sin embargo, creo que Bolsonaro no lo aceptará, dadas sus declaraciones y las de [su canciller] Ernesto Araújo», apuntó.El profesor consideró que la llegada de Bolsonaro al poder puede agravar la ya delicada situación en la frontera entre Brasil y Venezuela. Brasil es, después de Colombia, el segundo país que más refugiados venezolanos recibe actualmente.»Si tenemos en cuenta las declaraciones dadas por Bolsonaro y sus asesores en algunos momentos de la campaña y después de la victoria electoral, existe esta posibilidad [del cierre total de la frontera de Brasil con Venezuela]», afirmó Araújo.

 

El profesor consideró que tal medida «sería un tiro más en el pie» de Brasil en la política exterior reciente. Araújo puso de relieve que las últimas acciones del nuevo canciller brasileño «han sido muy criticadas, no solo por intelectuales, sino también por sectores de dentro del Itamaraty», como es conocido el Ministerio de Exteriores de Brasil.»Algunas tradiciones de la diplomacia brasileña, sobre todo de después de la redemocratización, han sido olvidadas», agregó el profesor.

 

(Sputniknews)