Todos estamos de acuerdo que la victoria de Trump resultó inesperada, pero por primera vez, se ve una coincidencia entre el poder en las redes con un proceso electoral: En todas ellas, el empresario dominaba.

 

Pocas horas antes de las elecciones, Trump tenía 12.9 millones de seguidores. El miércoles en la noche, ya contaba con 14 millones y a esta hora tiene unos (completar). Hillary, antes de las elecciones contaba en Twitter con 10 millones de seguidores (2.9 millones menos que Trump), cuya cantidad no varió positivamente después de la derrota.

 

En Facebook, el empresario creció en 1 millón de seguidores, antes y después de 8 de noviembre y en igual proporción creció su rival. No obstante ya el empresario le llevaba una ventaja en esa red social de 5 millones de me gusta a su página. En una era de “click farms” y “bots” políticos, no todos los seguidores en medios sociales son genuinos.

 

Rosa Myriam Elizalde escribió un artículo esta semana para Cubadebate que ofreció datos muy interesantes: «El sistema de inteligencia artificial MoglA, el cual predijo correctamente las tres últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, eligió al candidato republicano por delante de su rival demócrata. La máquina explora y analiza la información en sitios como Google, Facebook, Twitter y YouTube para hacer sus predicciones. Según el algoritmo que utiliza, Trump superó en un 25% la popularidad de Obama en las elecciones presidenciales de 2008”.

 

El día de las elecciones, The Guardian reconoció que durante la campaña se buscó en Google más veces el nombre de Donald Trump que el de Hillary Clinton, excepto durante la Convención Nacional Demócrata, cuando se hizo oficial su candidatura por el Partido Demócrata y la pausa que hizo a la campaña por problemas de salud.

 

En contrapeso estaban los medios tradicionales: Hillary Clinton recibió el respaldo de 229 diarios norteamericanos y 131 semanarios, incluyendo organizaciones de publicaciones que usualmente no se inmiscuyen en política, como el caso de la Revista Vogue, y otros que por primera vez en su historia ultraconservadora apoyaban una candidatura demócrata.

 

La revista Anfibia, difundió el artículo, “Los diarios con Hillary, los fans con Trump” de Pablo Boczkowski, en el que se señala que “tan solo una fracción de esta cobertura negativa (que recibió Trump) hubiera bastado para dañar las posibilidades de un candidato presidencial” en el siglo XX.

 

Trump, apenas contó con el aval de 13 medios. La campaña de Clinton gastó en publicidad a través de varios medios masivos, más de 237 millones de dólares, comparado con Trump que gastó sólo 68 millones de dólares, según reportó Bloomberg Politics: es decir, Trump ganó con un tercio de la inversión de los demócratas.

 

Encuestadoras, medios de comunicación, institutos de sondeo: todos fallaron menos Los Simpsons que ya había advertido la gestión Trump en el año 2000.

 

(Agencias)

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