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A 3 mil 200 bolívares venden las cementeras estatales el mismo saco de cemento que el año pasado por esta fecha tenía un costo regulado de 70 bolívares.

 

Este es un precio 45 veces más alto que en 2015, afectando significativamente la capacidad del venezolano de acometer desde construcciones hasta reparaciones menores en sus viviendas.

 

Según el portal Crónica Uno, el cemento subió 113 % en un mes, considerando que en octubre cerró con el saco costando mil 500 bolívares.

 

El precio del cemento está regulado por el gobierno nacional desde 2003, pero desde el año pasado no se publican los incrementos constantes en la Gaceta Oficial, solo se informan a los compradores.

 

La industria cementera fue nacionalizada en 2008, pero para 2015 había caído en 63 % su producción y a mayo de este año apenas había cumplido con el 15 % de la producción prevista, lo que genera escasez y un mercado paralelo donde se cotiza el saco de cemento a precios aún más altos.

 

(Aporrea)