La actriz merideña, Yelena Maciel, llega al espacio En Íntimo para revelar todos su secretos a Rocío Higuera, desde sus comienzos en el medio, hasta su polémica separación con el actor Jonathan Montenegro, con quien se relacionó durante dos años y tuvo a su primera hija, la pequeña Emily Victoria Shanti. 

 

Viviendo la cúspide de su sueño 

 

Actualmente, asume el reto de su primer protagónico en RCTV, la casa donde empezó su sueño artístico a los 13 años, y es que precisamente de la mano de José Simón Escalona ahora le da vida a Lorena García, personaje principal de la producción “Corazón Traicionero” de Martin Hahn.

 

Su personaje, una madre que se levanta del fracaso amoroso para luchar por su hijo, le da el talle perfecto a la actriz y da paso al debate de lo que han sido los últimos años de su vida privada. 

 

Pese al buen ejemplo no evitó el error

 

Su madre, cinturón negro en Judo, y su padre, profesional, en Karate le dieron algo más que artes marciales y es que en El Pedregal, Mérida, vivió una infancia llena de sueños donde “El club de los Tigritos” despertó un interés actoral que se consumaría años más tarde en la novela “Que buena se puso Lola”.

 

En medio de su divorcio, sus padres, siguieron dándole aprendizajes yle ofrecieron un ejemplo de madurez que, ahora, se arrepiente no haber copiado en la separación que vivió en 2012. 

 

Su vida amorosa inició a los 13 años creyendo siempre en el amor y la inocencia, pero no fue hasta que se relacionó con Jonathan Montegro cuando pensó en buscar una hija y apostar por la familia. No obstante, no todo fue dicha. 

 

No hubo matrimonio y el caos llegó 

 

Maziel no vivió una boda tradicional, por el contrario se trató de una ceremonia “muy relajada” donde apenas estuvieron algunos amigos. Luego de eso muchas cosas surgieron y pese a la llegada de su hija quiso poner punto final a su relación a través de un comunicado.

 

La actriz confesó que “nunca me sentí su esposa” y que quiere dejar atrás todos los malos recuerdos asociados a una relación que llegó a los tribunales bajo una denuncia por “violencia psicológica”, de la cual Montengro salió ileso sin que, para ella, se hiciera justicia.

 

Respecto a los compromisos del actor con su hija, confesó que la ayuda monetaria es esporádica y que, pese a que “ser madre soltera en este momento del país es algo muy duro”, a su hija no le falta nada.

 

El amor de madre sugiere mirar a otras latitudes

 

Respecto a la situación país, confesó, que es su hija su “principal motor para irse y el principal freno para quedarse”.

 

Aseguró que Emily Victoria ama con locura a Venezuela y que no pierde la esperanza de que pueda conocer épocas mejores del país. No obstante, no descarta la posibilidad de buscar estabilidad en otros países, pese a que su hija le ofrece todos los días una lección de nacionalismo que no deja de sorprenderla. 

Por ahora, es precisamente esa conexión entre la pequeña y el país la que invita a aferrarse a su tierra y seguir apostando por ella. 

 

(Globovision)

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