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El arzobispo venezolano que será creado cardenal por el Papa Francisco el próximo 19 de noviembre, Baltazar Porras,  dijo este martes en Roma, que en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la oposición «se están dado pasos» gracias a la «paciencia y a la constancia». 

 

«La situación en Venezuela no es la misma que desde hace un año, se ha ganado muchísimo, uno quisiera que fuera mañana, pero con paciencia y constancia todo se puede», dijo.

 

No obstante, reconoció que existe entre la población una «desconfianza muy grande» porque en anteriores ocasiones en las que se han iniciado conversaciones, estas «han quedado en absolutamente nada».

 

Asimismo, aclaró  que la Iglesia en el país «no está con la oposición, está con la gente».

 

«La Iglesia no está con la oposición, la Iglesia está con la gente. (…) En estos últimos cincuenta años la postura de la Iglesia ha sido siempre la de señalar los problemas», dijo  Porras en un encuentro con la prensa en la capital italiana.

 

Para el arzobispo el país atraviesa una situación difícil, al mismo tiempo que  reconoció que las «relaciones con las personas del alto Gobierno» son complicadas y destacó que lo eran ya con el expresidente Hugo Chávez.

 

Consideró que «ciertamente la democracia en Venezuela» de las décadas de los 60, 70 y principios de los 80 «tuvo su áurea positiva», pero matizó que en los últimos años, los gobiernos se han ido alejando de los problemas de la gente

 

Porras también agradeció el nombramiento como cardenal al papa Francisco y confesó que recibió una carta de Jorge Bergoglio, en la que le señalaba la felicitación por el cargo pero al mismo tiempo le hacía saber que ser cardenal implica también «una responsabilidad principalmente con los más pobres».

 

(EFE)