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Una monja de clausura acudió a un hospital de la provincia italiana de Macerata (este del país) acompañada de otras hermanas debido a los fuertes dolores de vientre que sufría, informa ‘Corriere della Sera’.

 

Luego del examen médico se determinó que si la religiosa experimentaba dolores no era por causa de una dolencia estomacal, sino porque estaba de parto.

 

Tras dar a luz a un bebé la mujer, de origen sudamericano, decidió no dar al pequeño en adopción, y pronto abandonará el convento al que ingresó en junio estando ya embarazada.

 

(RT)