El «descarado» empeño de parte de Washington por formar «estructuras gubernamentales alternativas» en Venezuela, los intentos de presentar unos órganos de poder venezolanos como legítimos y otros no, así como la continuada política de sanciones que afecta a los venezolanos de a pie, representan «un explícito atentado contra la soberanía» del país latinoamericano. Así lo denuncia la Cancillería rusa en un comunicado, en el que reafirma su intención de seguir cooperando con Caracas y proporcionarle asistencia económica.

 

«Presión externa sin precedentes»

 

El ministerio recuerda que las elecciones presidenciales en Venezuela del pasado 20 de mayo de 2018 se llevaron a cabo en condiciones de «una presión externa sin precedentes», cuyo objetivo era «evitar que una amplia gama de fuerzas políticas, incluidas las de la oposición», participaran en la votación, para así poder «cuestionar la legitimidad de la expresión de voluntad» del pueblo. Sin embargo, la última votación «reveló el fracaso de tales cálculos», asegura el comunicado.

 

Actualmente, algunos países apoyan una solución de los problemas de Venezuela a través del diálogo de las principales fuerzas políticas, mientras que otros alientan la intransigencia, buscan crear un ambiente de «caos» e incluso «lanzan ideas sobre la posibilidad de una intervención externa», lo que, a su vez, «encuentra una fuerte oposición en la región», recalca el ministerio ruso.

 

«Promover la búsqueda del consenso interno»

 

En este sentido, el comunicado enfatiza que «no se puede provocar una mayor división en la sociedad venezolana» e insiste en la necesidad de «promover la búsqueda de un consenso interno» y de la unificación de los esfuerzos del Gobierno y la oposición en aras de reducir la tensión y mejorar la situación en el país.

 

Por otro lado, la Cancillería se muestra satisfecha de que muchos países latinoamericanos «compartan este punto de vista», y también considera como «una señal positiva» que varios Estados europeos empiecen a entender la importancia de «encontrar nuevas fórmulas de mediación» para facilitar el retorno de las autoridades venezolanas y la oposición a la mesa de negociaciones.

 

Moscú, por su parte, reafirma su determinación para cooperar estrechamente «con la amistosa Venezuela, su pueblo y las autoridades legítimas», continuar profundizando «las relaciones de asociación estratégica» y seguir «ayudando a Venezuela a encontrar una salida a la complicada situación económica», concluye el ministerio ruso.

 

  • El mismo día de la asunción de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, el Gobierno estadounidense reafirmó su negativa a reconocerlo en el cargo, por considerar ilegítima su elección. El consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, John Bolton, sostuvo que Washington continuará «aumentando la presión sobre el régimen corrupto» y apoyará a «la Asamblea Nacional democrática». 

 

  • Esta decisión es acompañada por los aliados estadounidenses en la región. El Grupo de Lima se posicionó antes de la asunción rechazando el nuevo mandato del presidente reelecto.

 

(RT)