Hay mucha expectativa con respecto a los próximos anuncios económicos del presidente Maduro. Hay expectativa porque las estrategias de estabilización de la economía han sido infructuosas hasta ahora. La devaluación y la hiperinflación están teniendo consecuencias terribles en el pueblo venezolano.

 

En mi opinión, y no hago más que reiterar todo lo que escribí a lo largo del 2018, hay errores fundamentales en la política monetaria y comunicacional, que se acentuaron a finales del año.

 

Un error fundamental comunicacional es decir una cosa y hacer otra. Leí en estos días un magnífico artículo de Eduardo Galeano en el que expresaba cómo fue testigo de un discurso de Fidel Castro en el que éste reconocía el fracaso de la política económica de comienzos de la Revolución Cubana. La verdad debe ser un activo de la Revolución Bolivariana, como defendía el Comandante Chávez. Dejémosle la hipocresía y el lenguaje engañoso a la derecha, seamos honestos comunicacionalmente.

 

Lo mismo hago en mis escritos, no es mi estilo perfumar el estiércol, como reclamaba Alí Primera. Hay que llamar a las cosas por su nombre. Y cuando digo que hemos cometido errores y que, a la vez, tenemos posibilidades reales de salir de la crisis monetaria en corto plazo, es porque de verdad lo creo.

 

Anuncios sin concreción

 

1.- Se anunció un anclaje del bolívar al petro a BsS 3600 y no se implementó. Al contrario, se implementó una paridad fluctuante entre el bolívar y el petro basada en la cotización espuria del Dicom. Es decir, no es que el anclaje no ha funcionado, como se oyen algunos comentarios de inspiración neoliberal. La realidad es que hay que decir con toda honestidad que el anclaje nunca se implementó. Se anunció un anclaje y se implementó una política de libre mercado. Matamos el tigre y le tuvimos miedo al cuero. Siempre dijimos que la fluctuación del bolívar frente al petro sería una estrategia fracasada, tal y como hemos visto.

 

2.- Se anunció un anclaje del salario mínimo a medio petro con la promesa de ir incrementando el salario en petros. Aunque eran exiguos 30 dólares en ese momento, el anuncio trajo mucha alegría y esperanza como el comienzo de la recuperación del salario. Debido a que se usó la cotización Dicom como referencia del valor del petro en bolívares (concretamente de los certificados en petros) entonces el anclaje del salario mínimo a medio petro nunca existió, salvo el día del anuncio. Al día siguiente ya el salario era menos de medio petro en realidad. En estos momentos el salario mínimo es menos de la décima parte de lo que cuesta un petro. Se anunció un anclaje del salario que nunca se implementó.

 

3.- Se publicó en el papel blanco un valor del petro en función de varias materias primas de exportación, un promedio ponderado, pero nunca se implementó. Las páginas web oficiales siempre pusieron que el petro vale 60 dólares cuando en realidad el petro debe fluctuar frente al dólar si su valor equivale a materias primas. ¿Por qué? Porque el valor de las materias primas fluctúa en dólares.

 

4.- Posteriormente se anunció un “factor de corrección”. Otro error comunicacional, porque en realidad fue una devaluación del bolívar frente al petro, de 3600 a 9000. El petro siguió devaluándose, de modo que la paridad a BsS 9000 no se implementó. No podemos inventar expresiones que ocultan la realidad porque la gente se da cuenta de la triquiñuela lingüística y eso cae muy mal.

 

La vacuidad del Dicom

 

Un error sin atenuantes de la política monetaria del gobierno ha sido el Dicom. Primero, se usó el Dicom para hacer creer que era una cotización oficial frente a la cotización espuria del Dólar Today con la esperanza vana de que el paralelo no subiera. Evidentemente fracasó esa estrategia. El Dicom no le hizo ni cosquillas a la estrategia devaluadora del paralelo.

 

En diciembre del año pasado se utilizó una estrategia aún más infantil. Se intentó aproximar aceleradamente el Dicom al paralelo con la esperanza vana de que se unificaría el tipo de cambio. Evidentemente los vándalos del Dólar Today y sus secuaces se mueren de la risa ante tan exagerada inocencia. Cuando el Dicom ya estaba alcanzando al paralelo, en una semana llevaron el paralelo de 800 a 2000. Peor que la paradoja de Xenón y la tortuga.

 

En consecuencia, debemos dejar de hacer caso a las consejas neoliberales. Ya lo dijo el Che Guevara, no se puede implementar el socialismo con las armas melladas del capitalismo.

 

Todos los economistas venezolanos revolucionarios coinciden en que hay que estabilizar el bolívar. La política monetaria reciente ha sido devaluar el bolívar al ritmo del paralelo.

 

Dolarización

 

Un efecto de la actual política monetaria de darle la espalda al bolívar ha sido la dolarización. La promesa electoral de la oposición en el 2017, a la que los chavistas nos opusimos con fiereza, incluyendo el Presidente Maduro, se está haciendo realidad como efecto colateral de las decisiones en materia monetaria. En estos días escuché una entrevista en un programa de radio en una emisora opositora, en la que el entrevistado estaba contentísimo, exultante, por la dolarización de facto que se apoderó de nuestro país.

 

La dolarización tiene una sola causa: la renuncia a defender el valor del bolívar. El petro no puede sustituir al bolívar, lo hemos dicho infinidad de veces, por varias razones. Una es que no tiene papel moneda, otra que no tenemos cobertura de servicios para garantizar transacciones en todo momento y en todo lugar.

 

Además, es una pésima idea reemplazar el bolívar. No solamente es anticonstitucional y nos queda mal a los chavistas pisotear la constitución que nosotros mismos promovimos, es que monetariamente es conveniente tener el bolívar a lo interno y el petro como divisa venezolana, con una paridad fija entre ambas monedas.

 

Lo que será dañino en extremo es la dolarización, especialmente en el contexto del embargo financiero en dólares que sufrimos y sufriremos en mayor medida los venezolanos.

 

Anuncios que traerían esperanza

 

En lo personal me gustaría escuchar los siguientes anuncios del Presidente Maduro, denotando un giro de la política monetaria actual, dado que no se corresponde con los anuncios de agosto pasado. Si estabilizamos la moneda podremos posteriormente estabilizar otros aspectos de la economía.

 

1.- Anuncio de un anclaje verdadero del bolívar al petro.

 

Anclaje verdadero es anclaje fijo, una paridad constante y no dependiente de cotizaciones espurias como el Dicom ni de ninguna otra cotización fluctuante especulativa. Para los que dicen que el anclaje ha fracasado: el anclaje fijo no se ha implementado. ¿Qué parte de fijo no se entiende? Fijo es fijo. Siempre en 9000, por ejemplo, o en otro valor que elijamos, pero siempre fijo.

 

Los neoliberales dirán que una paridad fija bolívar-petro es irreal, que no responde a la oferta y la demanda. Como si el Dólar Today y el Dicom tuvieran algo que ver con oferta y demanda. Además, la política monetaria del bolívar y la del petro dependen sólo de nosotros. Podemos emitir petros para cubrir toda la demanda y así evitar cotizaciones paralelas del petro.

 

Lo cierto es que necesitamos un período especial de paridad fija bolívar-petro, una paridad del bolívar controlada por el Estado sin devaneos como el Dicom, del mismo modo en que necesitamos un yeso durante un tiempo si nos rompemos un hueso. La paridad fija debe definirse hasta que se estabilicen otros parámetros económicos, en cuyo caso podemos definir un mecanismo de fluctuación en una banda angosta.

 

2.- Anuncio de la eliminación del Dicom.

 

El Dicom ha sido una cotización irreal porque no puede participar casi nadie. Ha sido irreal porque a fin de cuentas existen mecanismos no transparentes que mueven los hilos de su cotización.

 

Si tenemos una paridad fija del bolívar al petro ¿para qué necesitaríamos el Dicom? Para nada, obviamente. Eliminaríamos un mecanismo de hipocresía económica.

 

3.- Anuncio un gran acuerdo nacional en torno al petro.

 

Los venezolanos y los actores económicos en general deben saber que el Estado venezolano garantiza el valor del petro en divisas del mismo modo en que puede garantizar el valor de un bono soberano denominado en divisas. Aunque hubo problemas, por primera vez, para honrar el pago de bonos en el 2018, en general Venezuela ha honrado sus compromisos de deuda.

 

La emisión de petros se convierte en una alternativa de crédito que no tenemos por la vía “convencional”, que es acudir a organismos multilaterales. La venta de petros en bolívares cumple con (1) estabilizar el tipo de cambio y (2) proveer de un instrumento negociable en divisas a la economía nacional. La venta de petros en divisas cumple con el objetivo de que el Estado pueda refinanciar deuda y hacer compras estratégicas.

 

Aunque el petro es mejor que un bono por ser más líquido y ser fraccionable, se puede pensar en mecanismos de permuta de petros por bonos en divisas con fechas de vencimiento después del 2025. El acuerdo nacional debe girar en torno a la garantía del valor del petro en divisas.

 

4.- Anuncio de la creación inmediata de una Ley de uso Racional y Transparente del Petro.

 

La libre convertibilidad entre bolívares y petros, con emisión de petros para cubrir la demanda, podría tener como efecto colateral la fuga de capitales. Un mal histórico en Venezuela. La estabilización del tipo de cambio bolívar-petro ya trae tranquilidad a inversionistas y en general a cualquier ciudadano. Aunque se recupera la confianza en la moneda y baja la presión por cambiar el bolívar por otras divisas para conservar el patrimonio, debemos protegernos del problema histórico de la fuga de divisas.

 

Una Ley de este tipo establecería obligaciones a los compradores de petros, no a los que tienen certificados de ahorro en petros. Las obligaciones estarían relacionadas principalmente con realizar importaciones por montos equivalentes a los petros adquiridos.

 

Tenemos un borrador de esta Ley, que ponemos a la disposición de cualquier constituyente o funcionario que pueda estar interesado.

 

5.- Anuncio de la limitación de la base monetaria basada en las reservas de oro.

 

Aunque esta medida de forma aislada sería claramente insuficiente para evitar la devaluación del bolívar a menos que haya cambio real de bolívares por oro, cosa que no queremos, puede ayudar a establecer disciplina en la emisión monetaria.

 

La limitación no necesita ser estricta, sino moverse en una banda en relación con las reservas de oro, para hacer emisión de bolívares que luego sean retirados con la política fiscal.

 

6.- Anuncio del refinanciamiento de la deuda contraída en divisas.

 

Emitir petros como alternativa a la escasez de crédito por la vía “tradicional” no excluye para nada la posibilidad de acudir a mecanismos convencionales de refinanciamiento y de obtención de líneas de crédito, que estamos necesitando como el oxígeno. Ojalá que podamos anunciar algún tipo de refinanciamiento que le de al Estado un alivio con sus compromisos.

 

7.- Anuncio de un aumento del salario en petros.

 

Si el anclaje bolívar-petro se fija en BsS 20.000 por petro, lo que induciría una reducción del tipo de cambio Dicom actual, la fijación del salario mínimo en BsS 20.000 establecería un salario mínimo de un petro, que son exiguos $60. Más adelante debería haber otros aumentos pero dejando la paridad fija en BsS 20.000. Cualquier aumento en bolívares sería también un aumento en petros.

 

Toda política socialista debe basarse en el fortalecimiento del salario frente a las políticas de la derecha que buscan fortalecer las ganancias.

 

8.- Anuncio de la prohibición de comerciar en el país en dólares y otras divisas o criptomonedas.

 

Aunque cualquiera podría usar el dólar como referencia o unidad de cuenta para fijar precios, es inaceptable para el fortalecimiento del bolívar que se puedan hacer transacciones en cualquier otra moneda. Las transacciones comerciales de bienes muebles e inmuebles deben hacerse en bolívares y, en todo caso, de existir una paridad fija bolívar-petro, en petros. Esta norma elemental de defensa de una moneda, parece hacer sido borrada del conocimiento de quienes toman decisiones en torno a nuestro bolívar.

 

9.- Anuncio del pago de impuestos sólo en bolívares.

 

El pago de impuestos debe hacerse en bolívares exclusivamente. Con paridad fija bolívar-petro quizás podrían admitirse petros. Sin embargo, exigir pago de impuestos en bolívares fortalece el bolívar. Es el mecanismo por excelencia para recoger el dinero que se ha emitido como si fuera un crédito para estimular la economía.

 

10.- Anuncio de la Misión Servicios.

 

Sin servicios no hay reactivación económica posible. En Venezuela los servicios públicos esenciales, como agua, luz y en buena medida acceso a internet, son provistos por el Estado. Una propuesta que elevo a las autoridades es crear la Gran Misión Servicios, que requiere invertir muchísimos recursos, desacelerando temporalmente la Gran Misión Vivienda si es necesario. La Misión Vivienda es buque insignia de la Revolución, está claro, pero el simbolismo o el sentimentalismo debe a veces dar paso a la razón.

 

Conclusiones

 

No tiene sentido regular precios sin antes frenar la depreciación del bolívar. La depreciación del bolívar se detiene con la paridad fija bolívar-petro, la garantía soberana del valor del petro en divisas y la emisión suficiente de petros para cubrir la demanda. Una Ley de Uso Racional y Transparente del Petro debe apuntar a evitar la fuga de capitales en este nuevo escenario.

 

Los precios deben alcanzar un equilibrio vinculado con precios regionales, de otro modo continuará el contrabando de extracción. De hecho, se ha observado esa tendencia. Debe continuar el programa CLAP hasta regularizar el salario mínimo en consonancia con los precios.

 

Esperemos que el gabinete económico no se deje llevar por los cantos de sirenas neoliberales, como parece que ha sucedido en el sentido de no haber implementado el anclaje bolívar-petro como anunció el presidente Maduro. La política económica de un país socialista no puede ser alfombra roja para la burguesía y cajas clap para el pueblo. Esta situación debe ser superada.

 

Estoy seguro de que al final del camino, que esperemos no sea tan sinuoso ni pedregoso, terminaremos implementando el ideal socialista porque la base del chavismo así lo exige.

 

Tenemos posibilidades de superar este mismo año el problema monetario, y en años sucesivos atacar el problema productivo estructural, pero lo primero es desistir de hacer caso a las asesorías neoliberales que han contaminado nuestras decisiones monetarias.

 

Después de estabilizar el sistema monetario, comienza el trabajo arduo, que es la diversificación productiva para superar el modelo petrolero rentista. Pero también lo lograremos. Socialismo o nada.¡Venceremos!

 

(por Emilio Hernández)