El Congreso de México prevé aprobar en las próximas horas el dictamen para la creación de la Guardia Nacional, la nueva fuerza con la que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador pretende combatir la epidemia de violencia que prevalece en el país.

 

Esto, en medio de una polémica ante la crítica de expertos que sostienen que los términos en que se plantea la Guardia Nacional tiende a mantener la fallida estrategia de militarización que ha provocado más de 250.000 asesinatos desde que en 2006 comenzó la llamada «guerra contra el narcotráfico».

 

¿A qué se debe la polémica?

 

La Guardia Nacional es una nueva fuerza propuesta por el presidente López Obrador con el fin de frenar la crisis de violencia e inseguridad por la que atraviesa el país.

 

En reiteradas ocasiones, el mandatario mexicano ha argumentado que, ante la debilidad institucional de la Policía Federal y las policías locales, es necesario constituir una nueva fuerza que funcione con disciplina militar para encarar la crisis.

 

En este sentido, López Obrador propuso crear la Guardia Nacional con los elementos de la Policía Federal más otros efectivos provenientes del Ejército y la Marina. La idea original planteaba que la Secretaría de la Defensa Nacional asumiera el mando de la nueva fuerza.

 

Sin embargo, esta postura generó una ola de críticas por parte de académicos y especialistas en derechos humanos, quienes exigieron que el mando de la Guardia Nacional quedara en manos civiles y no de militares.

 

Ante los cuestionamientos, el mandatario mexicano aceptó modificar su propuesta original para dividir en dos el mando de la Guardia Nacional.

 

«Acerca del mando, la propuesta es que en lo administrativo dependa de la Secretaría de Seguridad Pública [mando civil] y en la parte operativa esté adscrita a la Secretaría de la Defensa [mando militar], eso es lo que contempla la iniciativa», aseveró López Obrador en su conferencia matutina del 15 de enero.

 

Sin embargo, esto no dejó conformes a los críticos de la iniciativa. Integrantes del colectivo #SeguridadSinGuerraemitieron un comunicado en el que consideraron la propuesta como «una simulación» de Morena.

 

«Decir que el mando de la Guardia Nacional es civil es una mera formalidad sin sustancia. El dictamen y las propuestas para modificarlo, crean un cuerpo de carácter militar, con facultades de realizar de forma permanente tareas de seguridad pública. La creación de un nuevo cuerpo de seguridad debe garantizar su inequívoco carácter civil. Para ello es innecesaria una reforma constitucional», señaló el colectivo en un comunicado.

 

A pesar de que todavía no ha sido aprobada formalmente una ley que avale la creación de la Guardia Nacional, y que el presidente López Obrador se comprometió a someter la creación de dicha fuerza a consulta ciudadana, su Gobierno emitió una convocatoria para reclutar elementos para la nueva fuerza.

 

Esto, aún cuando el proyecto de ley presentó algunos avances durante el primer mes de mandato del nuevo presidente mexicano.

 

En diciembre pasado, la Cámara de Diputados aprobó en comisiones un dictamen para la creación de la nueva Guardia Nacional. Sin embargo, la Cámara Baja organizó una serie de audiencias públicas con expertos para tratar de complementar el dictamen aprobado en comisiones con los señalamientos de expertos.

 

Uno de los puntos más criticados es que, para la creación de la Guardia Nacional, la bancada de Morena y López Obrador impulsan una reforma constitucional que dé mayores facultades a los militares para tareas de seguridad, por encima de autoridades civiles.

 

En este sentido, el Gobierno pretende modificar el artículo 21 de la Constitución, que permitiría a las fuerzas armadas realizar acciones de seguridad, administración y procuración de justicia, atribuciones que competen a autoridades civiles.

 

Para la aprobación de una reforma constitucional se necesitan dos terceras partes de la votación en cada una de las Cámaras.

 

Los cambios en el dictamen

 

Ante la polémica, los diputados señalaron que realizarán cambios al dictamen aprobado en comisiones en diciembre pasado, para que pueda ser votado en el pleno de la Cámara de Diputados esta misma semana.

 

El cambio más notorio al dictamen avalado en diciembre es la eliminación del artículo transitorio que daba a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el mando de la Guardia Nacional por un periodo de 5 años, con el fin de que desde el primer día, la nueva fuerza quede a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana SSPC).

 

También se retiró del dictamen el artículo 5 transitorio que abría la posibilidad de que la federación interviniera en las policías locales: «Generó muchas dudas entre los gobernadores y no queremos nada que meta ruido en ese sentido», destacó Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados.

 

De aprobarse las reformas constitucionales, en una lapso de 60 días se buscará avalar una ley que regule todos los requisitos y operación de la Guardia, y se den «todas las garantías para que tenga la mayor profesionalización con preparaciones en materia de derechos humanos», agregó Delgado.

 

Otra de las modificaciones incluye cambios al artículo 7 transitorio para que los gobiernos localesque reciban apoyo de la Guardia Nacional y no contribuyan a mejorar sus instituciones policiales puedan ser sancionados económicamente, al descontarse  a gobiernos municipales los recursos federales que se les asignen periódicamente para temas de seguridad pública.

 

También se prevé incluir mayores controles para que la Guardia Nacional rinda cuentas al Congreso. 

 

Sin embargo, el nuevo dictamen que se prevé votar en las próximas horas mantiene intactala reforma alartículo 21 de la Constitución, que otorga facultades extraordinarias a los militares en tareas de detenciones e investigación de crímenes comunes.

 

Críticas y opiniones

 

Diversos análisis de la oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos consideran erróneo otorgar facultad de investigación de delitos a una institución de corte militar.

 

De ahí que otros expertos como Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana, considere que otorgar facultades de investigación a las fuerzas armadas, plantea en el fondo, pasar de un régimen civil a uno militar.

 

Para el constitucionalista Diego Valadés, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el hecho de que se plantee un mando mixto de la Guardia Nacional «ni es una locura ni es disfuncional», pues consideró que este tipo de mandos operan con éxito en países como Francia o Italia.

 

Valadés, sin embargo, considera que el dictamen para la creación de una Guardia Nacional requiere mayores controles democráticos, a pesar de tener algunas ventajas como la creación de un marco jurídico para regular la labor de las fuerzas armadas en tareas de seguridad, según declaró en entrevista con el periódico Reforma. 

 

De ser aprobada en la Cámara de Diputados, para la cual se requieren los votos de dos terceras partes de los legisladores asistentes, dicha iniciativa pasaría al Senado para ser revisada. 

 

(RT)