Por primera vez un alto funcionario del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador fijó posición en torno a los casos de Venezuela y Nicaragua.

 

El subsecretario designado para la región de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Maximiliano Reyes Zúñiga, explicó el pasado lunes que México no quiere caer «en el extremo antagonista en el que pensamos que se encuentran todas las partes involucradas en el conflicto venezolano. Pretendemos ubicarnos en un centro que sea capaz de generar puentes de diálogo”.

 

Puntualmente sobre Nicaragua explicó que su Gobierno «no acompañará acciones que puedan afectar negativamente al pueblo nicaragüense y que no sean conducentes para crear condiciones de confianza que se necesitan para acercar a las partes”.

 

Ambas declaraciones apuntan a la intención del Gobierno López Obrador de que México vuelva su mirada hacia el Sur. Al respecto, Reyes Zúñiga sostuvo que «la diplomacia mexicana tendrá un papel decisivo en América Latina y el Caribe».

 

«México debe ser un líder en la región y estamos dispuestos a asumir esta responsabilidad”, precisó.

 

(LaIguana.TV)