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Eran todos veinteañeros a los que engañaba por redes sociales. El asesino, además, era adicto a la fama y salía en programas de TV.

 

Stephen Port invitaba a los hombres, todos veinteañeros, a su casa, donde les suministraba dosis fatales de la droga psicoactiva GHB para violarlos mientras dormían, según la justicia.

 

Posteriormente arrojaba los cuerpos en o alrededor de un cementerio cerca de su apartamento en el este de Londres.

 

Al principio la policía no relacionó las tres muertes, que tuvieron lugar a lo largo de más de un año.

 

Los de la Corte Criminal Central en Londres condenaron a Port, de 41 años, por la muerte de Gabriel Kovari, Daniel Whitworth y Jack Taylor, y por violación y otros actos de abuso sexual contra otros hombres.

 

El jurado aún deliberaba sobre otro cargo de homicidio, mientras se conocen más imágenes del asesino en programas te televisión como Master Chef y otros de la BBC.

 

(Los Ándes-Arg)

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