fideltrump2611162.jpg

Habitantes de La Habana lamentaban la muerte del expresidente Fidel Castro, quien gobernó el país por más de 40 años. La noche del viernes pareció una noche cualquiera en La Habana.

 

No todos escucharon la alocución del presidente Raúl Castro, y en las calles mucha gente no estaba al tanto del fallecimiento de Fidel Castro.

 

En un ómnibus de la línea P-4, una mujer recibió la noticia por celular. «¡No me digas! ¿Cuándo fue?», su expresión llamó la atención de otros pasajeros.

 

«Se murió Fidel», dijo simplemente. Y la gente reaccionó con asombro, como si les costara asimilar de pronto la información.

 

«No me lo esperaba; estoy en shock», concluyó la mujer.

 

Jóvenes y viejos se reunieron en la Universidad de La Habana para presentar sus respetos por Castro Ruz, quien falleció a los 90 años.

De hecho, aunque por la edad y el estado de salud del líder de la Revolución cubana, todos sabían que su muerte podía ser una eventualidad, la noticia tomó de sorpresa a la gente.

 

La Televisión Cubana, por ejemplo, no estaba preparada

 

Después del anuncio de Raúl, en el Noticiero del Cierre del principal canal, continuó la programación habitual por un tiempo.

 

Fuera del reproductor. Presione retorno para volver o el tabulador para continuar.

 

Ya en horas de la madrugada se encadenaron las señales y se comenzaron a transmitir informaciones, reacciones nacionales e internacionales (incluidas las de varios presidentes) y documentales dedicados a Fidel.

 

Pero una parte de los cubanos supieron la noticia por la mañana, al despertar.

 

La Habana ha amanecido con un inusual silencio.

 

Algunos cubanos, que no siguieron el anuncio de la noche, se enteraron hasta la mañana siguiente sobre el fallecimiento de Fidel Castro.

La gente sigue sus rutinas, pero aquí y allá, comparten sus impresiones.

 

«Lo vi el otro el día recibiendo al presidente vietnamita, le dije a mi hija que él iba a durar cien años, siento un dolor muy fuerte», comentaba una anciana frente a un estanquillo de prensa.

 

Las ediciones sabatinas de los periódicos nacionales circulan sin colores, como es habitual cuando se declara el Duelo Nacional.

 

En la tradicional peña de debate sobre el béisbol del Parque Central, donde habitualmente solo se habla de deportes, esta mañana se hablaba de Fidel.

 

(BBC)