No le dio oportunidad alguna. Un formidable Novak Djokovic dio una lección de tenis y derrotó a Rafael Nadal, este domingo, para consagrarse por séptima vez en su carrera campeón del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.

 

El serbio, que ya tenía asegurado seguir como número uno del ranking sin importar el resultado de la final, fue contundente y se impuso ante su escolta en la clasificación por 6-3, 6-2 y 6-3 , en un partido que duró dos horas y seis minutos.

 

Su triunfo marcó un récord: llegó a su séptima consagración el Abierto de Australia y se convirtió en el tenista más ganador de la historia en Melbourne. Con seis coronas quedaron Roy Emerson y Roger Federer. Fue, además, el título 15 de Grand Slam en la carrera del tenista de 31 años.

 

La superioridad de Djokovic se estableció desde el primer set. Con un tenis sólido y casi sin errores en todos los aspectos del juego, sobrepasó a un Nadal contrariado. “Nole” solo perdió un punto con su saque en un parcial que ganó por 6-3.

 

El segundo parcial mostró un desarrollo similar. El número uno del mundo no flaqueó ni le dio chances a su rival de tener un atisbo de recuperación. Quebró dos veces y se impuso por 6-2.

 

La intensidad se sostuvo. El español nunca encontró la manera de dañar a un serbio cuya única señal de “debilidad” se vio en el quinto juego del tercer set. Fue recién en ese momento cuando Nadal tuvo la primera chance de quebrar del partido, pero Djokovic sacó a relucir su mentalidad ganadora para evitarlo y llevarse el game. Finalmente, cerró el parcial por 6-3 y le puso punto final al encuentro.

 

Djokovic confirmó que está en un nivel superlativo y que sostiene el envión de la segunda parte del 2018. Este título en Australia significa su tercera corona de Grand Slam de manera consecutiva, tras haberse alzado con los trofeos en Wimbledon y US Open del año pasado.

 

(Agencias)