La estrategia insurreccional que se desarrolla en Venezuela, cuya pieza clave fue la autoproclamación del diputado de la Asamblea Nacional (AN) en desacato Juan Guaidó, como presidente encargado, está dirigida por la Casa Blanca y cuenta con el beneplácito de la oposición radical, indicó el analista político Oscar Schémel.

 

«La dirección política de la estrategia insurreccional no está en manos de venezolanos, sino de factores internacionales. Por primera vez asumen la dirección exclusiva, desechando y apartando incluso a otros sectores de la oposición», dijo en entrevista concedida al programa José Vicente Hoy, transmitido por Televen.

 

En este sentido, apuntó que las decisiones que tomó el dirigente del partido de extrema derecha Voluntad Popular (VP) fueron inconsultas con el resto de la oposición, evidenciándose en la disculpa que ofreció a los parlamentarios por su autoproclamación, ocurrida el 23 de enero durante un acto inconstitucional y de nulidad jurídica.

 

Schémel, quien calificó la situación como peligrosa, indicó que la injerencia internacional en los asuntos internos de Venezuela no solo busca el derrocamiento del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, sino generar una implosión en la sociedad venezolana.

 

«Estamos ante un inminente peligro, sí los factores internacionales triunfaran, la desintegración del territorio y la pérdida de la soberanía estaría presente», alertó.

 

Detalló que la estrategia insurreccional posee un carácter multidimensional, que incluye la agudización de la situación económica, fomento de un clima de ingobernabilidad e inestabilidad, creación de una atmósfera de neurosis, fractura de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), promoción de violencia y establecimiento de un Estado paralelo.

 

El también director de la encuestadora Hinterlaces consideró que la mezcla explosiva podría conducir a las élites insurreccionales a derrocar al presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo período gubernamental al contar con el respaldo de 6 millones 248.864 de electores en las elecciones del 20 de mayo de 2018.

 

De igual modo, resaltó que la maniobra golpista promovería la confrontación entre venezolanos, dado que el chavismo «no está mocho» y existe una unidad institucional alrededor del Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro.

 

Ante ello, Schémel señaló que los venezolanos, independientemente de su posición política, deben estar alerta ante la amenaza que se ciñe sobre la independencia, la tranquilidad y la estabilidad de la nación.

 

(AVN)