Menos del 10 por ciento de la totalidad de importaciones de bienes en Venezuela se realiza actualmente con base en la tasa del tipo de cambio paralelo, sin embargo los precios de tales productos fueron calculados a un promedio de más de 1.000 bolívares por dólar, de acuerdo con los datos aportados por el economista Asdrúbal Oliveros en su intervención realizada durante el Foro Ecoanalítica realizado ayer en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas.
Oliveros, quien es directivo de la firma de análisis macroeconómico Ecoanalítica (que auspició el evento) y que abandera propuestas de liberación cambiaria, precisó que la totalidad de importaciones al cierre del tercer trimestre de este año ascendió a la suma de 14 mil 588 millones de dólares.
De ese total el 35 por ciento, es decir 5 mil 106 millones de dólares fue adquirido por el sector privado, y sólo el 28,1 por ciento debió financiarse con divisas calculadas a la tasa del tipo de cambio paralelo.
En total sería 1 mil 433 millones de dólares el monto de las compras a dicha tasa, lo que representa poco menos del 10 por ciento del total de importaciones en los primeros nueve meses de 2016.
La “confesión” de Oliveros llama la atención pues revela el desequilibrio entre el impacto que dicha tasa tiene en la formación de los precios internos y su peso concreto sobre la adquisición de bienes en el mercado externo, lo que permite comprobar que su comportamiento es decididamente especulativo.
El resto de las importaciones privadas se hicieron con divisas a tasa protegida (Dipro) de 10 bolívares por dólar suministradas a través del Cencoex, en una suma de 1 mil 885 millones de dólares.
Mientras que el faltante de 1 mil 788 millones se pagaron a la tasa complementaria (Dicom), que ha oscilado entre 400 y 660 bolívares por dólar.
Sobreprecios de 800 por ciento
Los datos, de acuerdo con las láminas de la presentación de Oliveros, indican que la tasa ponderada (que incluye con sus pesos propios la tasa Dipro, la Dicom y la paralela) de las importaciones del sector privado es de 696 bolívares por dólar.
Sin embargo ese ajustado tipo de cambio no benefició a los consumidores, pues la base referencial para la fijación de precios alcanzó los 1 mil 24 bolívares por dólar considerando toda la gama de importaciones.
De hecho, la tasa promedio usada para establecer los precios en el renglón alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 835,5 bolívares por dólar, pese a que la totalidad de estos productos se adquieren con divisas a tasa protegida de 10 bolívares.
Inclusive si se considera como punto de referencia la tasa ponderada de todas las compras, que no ha pasado de 700 bolívares, el sobreprecio no es despreciable.
Sin embargo habría que considerar que prácticamente todos los productos alimenticios son adquiridos con divisas preferenciales.
Destaca además el hecho de que el segmento de alimentos es el que tuvo el mayor crecimiento con respecto al año pasado para esta misma fecha.
Así, en noviembre de 2015 los precios de este tipo de productos se calcularon con una tasa implícita de 96,7 bolívares por dólar, es decir, 8 veces menos que este mes que termina.
El rubro con la mayor tasa marcadora de precios es el de equipamiento del hogar, que alcanzó para noviembre la cifra de 2 mil 128 bolívares por dólar.
Sin embargo el aumento no es tan alarmante si se considera que el año pasado se calculaban los precios sobre un tipo de cambio de 790,7 bolívares por dólar.
Otros rubros que experimentaron los siguientes más altos reajuste fueron los servicios de educación (con casi 500 por ciento), salud (más de 400) y transporte (cerca de 300).
Llama la atención que se trata de servicios cuya estructura de costos no es altamente dependiente de insumos importados (a excepción del transporte).
Esto evidencia nuevamente el carácter especulativo de la variación de precios.
Liquidaciones y tasa paralela
Una de las láminas de la exposición del economista Oliveros (quien siempre ha actuado como vocero oficioso de la calificadora de riesgo JP Morgan) muestra el comportamiento diario de la liquidación de divisas a tasas Dicom y Dipro.
En tal sentido llama la atención que la aparente estabilidad de la tasa del tipo de cambio paralelo está directamente relacionada con el volumen de divisas liquidadas.
Así es posible identificar una situación de ajuste a la baja y estabilidad del mercado ilegal en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, cuando los promedios diarios de divisas liquidadas fueron de 22, 28, 26 y 35 millones respectivamente.
Sin embargo, cuando en octubre y noviembre el flujo diario cayó a 12,5 y 10,6 respectivamente, la tasa ilegal se disparó y prácticamente se triplicó, lo que confirma la voracidad cambiaria del sector comercial-importador.
Destaca también el hecho de que la respuesta al incremento de la tasa paralela fue inmediata con respecto a la marcación de precios.
Precios e importaciones públicas
Otro de los datos llamativos es que las importaciones del sector público (según los datos de Oliveros) se han realizado con una tasa ponderada de 64,9 bolívares.
Esto ocurriría fundamentalmente porque al menos 85 por ciento se realiza con tasa Dipro y sólo 13,9 por ciento a tasa Dicom. Mientras que nada se compra a tasa paralela por razones obvias.
Sin embargo, a pesar de tratarse de 65 por ciento de las adquisiciones internacionales, ese factor pareciera no poder superar la fijación especulativa de precios con base en el dólar ilegal.