Realizar un referendo consultivo en el que se le pregunte al electorado si desea o no unas elecciones generales, que incluyan todos los poderes nacionales, es la propuesta de un grupo de personalidades y organizaciones.
La consulta se haría, según su planteamiento, después de la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral por consenso entre el gobierno y la oposición.
La idea fue presentada este viernes mediante un documento titulado “Evitemos la guerra: referendo consultivo con nuevo CNE para relegitimar los poderes públicos”.
De la alianza que presentó esta idea forman parte integrantes de movimientos políticos como Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, Juntos, Marea Socialista, Redes, Plataforma Alternativa Bolivariana, Centro de Investigación y Formación Obrera, UPP89, así como miembros de varios sindicatos.
Tras calificar lo que está ocurriendo en el país como “una tragedia histórica”, el documento presentado plantea que “más allá de los argumentos constitucionales y legales acerca de los actos políticos que han tenido lugar con el ejercicio del Poder Ejecutivo, ellos revelan la profundidad de la crisis política, económica y social y de la fractura nacional que padecemos los venezolanos”.
Señalan que hoy pretenden disputarse la legitimidad del poder dos actores polarizados bajo el imaginario del «doble poder»: dos TSJ, dos parlamentos, dos fiscales, y ahora dos presidentes que se acusan recíprocamente de «usurpadores». Advierten que “sólo faltaría que dos ejércitos decidan enfrentarse con las consecuencias y responsabilidades que eso puede tener en términos de vidas y de destrucción del país”.
El grupo apuesta a la unidad de la nación, a su integridad territorial y al reconocimiento del pluralismo político en su diversidad y convivencia democrática.
“Alertamos en particular al gobierno pero también a algunos sectores extremistas de la oposición, que animar la confrontación en búsqueda de una mítica ‘batalla final’ que nunca lo es, significa jugar con fuego sobre la vida de nuestro pueblo, literalmente. Propiciar la caotización de la República nunca tendría buenos resultados. Los peligros son varios: más violencia, guerra civil, la disolución del Estado-nación como comunidad política o la eventualidad de una intervención militar extranjera que rechazamos enérgicamente desde nuestra postura patriótica”, señala el texto presentado en una rueda de prensa en un hotel de Chacao.
“Nos parece una irresponsabilidad del gobierno y de la mayoría de quienes integran la AN, no actuar para evitar, mediante el diálogo y la negociación, sino para propiciar una confrontación que ellos saben al final se saldaría en muertes, destrucción y pérdida de nuestra soberanía y dignidad como pueblo. Nunca como ahora tiene pertinencia la práctica por el encuentro, el diálogo, la negociación y el acuerdo. Nunca como ahora se requiere respetar los derechos democráticos del pueblo. No bastan las declaraciones ni los llamamientos retóricos. El alto gobierno está obligado a dar testimonios reales de que está dispuesto a explorar acuerdos aceptables para todos, que contribuyan a lograr la convivencia democrática del país”, puntualizaron los declarantes.
Según estas organizaciones, un testimonio real de la voluntad de diálogo sería “la inmediata restitución del régimen de libertades y garantías establecidas en la Constitución, la libertad de todos los presos políticos no incursos en delitos de lesa humanidad o graves violaciones a los derechos humanos, la rehabilitación de organizaciones políticas y de sus voceros, el cese a la intimidación y la represión masiva y selectiva a los dirigentes de las comunidades que protestan y el respeto al ejercicio pleno de sus derechos constitucionales”.
El documento reconoce y alienta a los actores internacionales que han propuesto el diálogo. “Pedimos en particular la mediación del Secretario General de la ONU, del Parlatino, de los presidentes de Uruguay y de México, y requerimos así mismo los buenos oficios del Papa Francisco y del Vaticano. A todos ellos nos queremos dirigir públicamente, agradecer su disposición como mediadores y solicitarles que sigan insistiendo en esa propuesta, que pueda jugar un papel fundamental para facilitar un proceso de negociación sustentado en un dialogo social en Venezuela y la búsqueda de una salida electoral para evitar la guerra, todo en favor de los derechos constitucionales y en función de la paz”.
En quinto punto del documento, señalan que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tiene mucho que decir y hacer para evitar y repeler cualquier intervención militar extranjera y para evitar una guerra civil que podría significar miles de muertes, destrucción y pérdida de la soberanía. “La FANB puede y debe jugar un papel fundamental en la búsqueda de una salida a la crisis en el marco de la Constitución y del ejercicio de la autodeterminación del pueblo venezolano a través del diálogo y la conciliación, para evitar la guerra y garantizar la soberanía de la Nación, sin apartarse de su compromiso de no arremeter contra su propio pueblo”.
El referendo como solución
Los declarantes proponen acciones concretas para enfrentar la crisis. La primera de ellas sería conformar un contacto entre el alto gobierno y la AN. La segunda es que, dentro de condiciones para un pacto de gobernabilidad, convocar un referendo consultivo con observación amplia y calificada de la ONU, que consulte al pueblo si está de acuerdo o no en la convocatoria de unas elecciones generales que permitan la relegitimación de los Poderes Públicos.
“Nos constituimos en Plataforma por el Referendo Consultivo, abierta a todos los defensores de la paz, la soberanía y los derechos sociales, para concertar esfuerzos orientados a persuadir a todos los actores. El referendo consultivo puede ser convocado mediante acuerdo incluso a la vez por el gobierno y por la AN. Por nuestra parte, impulsaremos un proceso de recolección de firmas, tal y como pauta la Constitución. Contactaremos a todos los partidos de oposición representados en la AN y debatiremos con ellos el mejor camino a seguir. Contactaremos al gobierno, al PSUV y a los demás partidos del Polo Patriótico con el mismo propósito. Contactaremos a actores internacionales diversos como las Naciones Unidas, la Unión Europea, y a los gobiernos de México y Uruguay. Saludamos con gran expectativa en defensa de la paz de nuestra patria, la Conferencia Internacional de Montevideo sobre la crisis en Venezuela convocada por los presidentes de México y Uruguay, la cual debe ser apoyada por el Parlamento Latinoamericano y todas las corrientes religiosas y fuerzas sociales amantes de la paz”.
Finalmente, proponen la conformación de un amplio movimiento por la paz y la democratización nacional, para lo cual contactan a trabajadores y organizaciones sindicales y gremiales, movimientos sociales, organizaciones políticas, grupos de opinión e iglesias, y a todas aquellas organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la paz.
Entre los firmantes del documento están los exministros Ana Elisa Osorio, Gustavo Márquez, Héctor Navarro y Oly Millán Campos; el dirigente Enrique Ochoa Antich (quien formó parte de la campaña electoral de Henri Falcón); activistas de Marea Socialista como Gonzalo Gómez y Suleika Matamoros; el líder de Redes, Juan Barreto; el periodista Manuel Isidro Molina; el ex candidato presidencial Reinaldo Quijada; y académicos como Edgardo Lander, Javier Biardeau y Manuel Sutherland.
(LaIguana.TV)