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El gobierno interino de Brasil, presidido por Michel Temer, presentará esta semana ante el Parlamento un proyecto de ley que pretende aumentar la edad para jubilación, fijando una edad mínima de 65 años para poder acceder a este derecho laboral.

 

Según las leyes actuales, en Brasil las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35 y no existe para ello ningún límite de edad, con lo que hay quienes llegan a acogerse al sistema de protección social con apenas 50 años, refiere EFE.

 

«El sistema de jubilaciones hoy cuesta anualmente alrededor del 11 % del Producto Interno Bruto (PIB) y en unos años puede llegar al 18 %», lo que dejaría al sistema de jubilaciones «sin ninguna sustentabilidad», expresó Temer, citado en la nota.

 

Temer, un político acusado de corrupción en los tribunales que asumió la presidencia de Brasil tras un golpe parlamentario, busca el retorno del neoliberalismo en este país.

 

Ante esto, movimientos sociales ser han mantenido movilizados para sumar fuerzas en defensa de los derechos sociales y laborales vulnerados por el gobierno de facto. La última movilización se realizó en contra de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 55) remitida por Temer al Congreso para congelar por 20 años las inversiones en los servicios públicos esenciales para la población, como salud, vivienda y educación.

 

(AVN)