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«Qué, me vas a quitar el reloj», gritó Renny Xavier Teixeira Rodrígues, de 25 años, a plena tarde (5:15 aproximadamente), retando al pistolero que le llegó por detrás apenas había entrado a la terraza del bodegón del restaurante El Rey David, ubicado en la Cuarta Transversal con la calle Alfredo Jahn de Los Palos Grandes, municipio Chacao. Clientes y algunos empleados que estaban a un lado se percataron del hecho.

 

Al principio no entendían lo que pasaba, pero al ver que el delincuente apuntaba directamente a Renny, cayeron en cuenta que estaban frente a un asalto. 

 

Seguramente el muchacho gritó para alertar a todos a su alrededor y así espantar al ladrón.

 

Sin embargo, Renny (hijo del propietario del comercio, Anaclette Teixeira) forcejeó con el delincuente para evitar que le quitara el reloj y el celular, pero el hampón le disparó dos veces: la primera en el cuello que lo tumbó y después en el pecho.

 

Salió como si nada hubiese pasado, caminando tranquilo, se guardó el arma en la cintura y se fue en la moto», contó un testigo protegido.

 

El miedo lo paralizó y no pudo hacer nada, solo ver cuando el criminal escapaba en medio de los gritos de auxilio que daban quienes fueron partícipes (como observadores) del homicidio.

 

El joven era el vicepresidente del consorcio familiar, King David Delicatesses, y se describía en Facebook como «especialista en negocios, filántropo y amante del Fitness».

 

Tenía dos meses en el país, pues pasaba más tiempo en Miami, porque allí inauguraron una sucursal del restaurante y lo atendía directamente.

 

«Vino a pasar navidades con su familia, así eran ellos, muy unidos. Esta muerte nos marca a todos los que somos allegados a ellos», dijo un vecino entristecido.

 

Apenas ocurrió el crimen, el personal de seguridad de la familia (que estaba dentro del restaurante) corrió a ver lo que pasaba. Buscaron una camioneta blanca que estaba estacionada en una vivienda cercana (a dos calles) y trasladaron de inmediato al joven hasta la clínica Ávila, donde murió.

 

«El señor Anaclette gritaba desesperado, se negaba a entender que eso le había ocurrido a su hijo. Fue un momento de profundo dolor», refirió el testigo.
Su madre y otros familiares llegan hoy al país para poder iniciar los actos fúnebres. Estaban en Madeira, Portugal, de donde son oriundos.

 

Renny era el menor de tres hermanos, y uno de ellos no quiso ofrecer declaraciones a los medios de comunicación.

 

Ayer en la mañana todo el personal que labora en el restaurante y el bodegón se congregó en las afueras para acompañar a la familia en su dolor. No trabajarán hasta el jueves.

 

«Muy triste todo lo que pasó, porque nosotros conocíamos a ese muchacho. Esto empaña las navidades aquí en el local y en muchas casas», dijo uno de los trabajadores. 

 

Las exequias se realizarán en el Cementerio del Este.

 

Investigaciones a buen ritmo

 

Funcionarios del Cicpc recabaron todas las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del establecimiento y de otros edificios cercanos para iniciar una revisión exhaustiva que les permita determinar la identidad de los criminales.

 

Dos sujetos actuaron en el hecho y llegaron al lugar en una moto que tenía una pequeña maleta negra.

 

Usaron cascos integrales y huyeron del sitio.

 

Tanto las imágenes como los testimonios de testigos permitirán esclarecer el homicidio, refirieron fuentes policiales.

 

Más allá del hecho, algunos vecinos denunciaron la ola de asaltos que padecen en ese perímetro exactamente, y esto se debe, según indican, a la facilidad de escape que tienen los delincuentes que actúan en motos. «Estamos desamparados ante tanta criminalidad, por favor pedimos seguridad», detalló Mai Lin Da’ Bastianses.

 

Otros manifestaron que han sido víctimas de los hampones en la misma calle donde queda el restaurante.

 

«Todo esto demuestra que la inseguridad no distingue raza, sexo ni posición económica», dijo un vecino.

 

El Cicpc citó a varios de ellos para que rindieran declaraciones este martes. Confían en que aportarán datos de interés que les permitan llegar a darle captura a los delincuentes.

 

No en vano los habitantes de la zona dicen que a diario pueden contabilizar hasta cinco robos en el perímetro, y todos cometidos por motorizados.

 

«Es paradójico porque esta zona siempre está llena de escoltas y policías. Al restaurante llega gente importante, pero ni eso pudo evitar que mataran a Renny», dijo el testigo.

 

(El Universal)