Los expertos en geología advirtieron sobre los posibles efectos del movimiento del polo norte magnético. Según los científicos, el proceso podría afectar tanto a los sistemas de navegación, como provocar una verdadera catástrofe ecológica.

 

Fue en enero pasado cuando los investigadores estadounidenses de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) publicaron un estudio sobre el peculiar proceso geológico.

 

Los investigadores constataron que el polo norte magnético se está desplazando desde Canadá hacia Siberia. Este cambio hace necesario revisar el modelo global de los campos magnéticos. El mismo sirve como base de todos los sistemas de navegación modernos y fue actualizado por última vez en 2015.

 

Sobre todo, el cambio afectará a los sistemas de navegación que se usan en la industria aeroespacial militar y civil.

 

No obstante, el funcionamiento de los equipos de navegación no es lo único que se verá afectado por el deslizamiento del polo magnético.

 

Los autores del estudio indican que el proceso influirá también en la vida de bestias, pájaros y organismos marinos. Es decir, los animales, también utilizan los polos magnéticos para fines de navegación.

 

Los científicos no descartan que el desplazamiento del polo magnético provoque una extinción masiva de animales durante la migración. En efecto, algunos especialistas opinan que la muerte de miles de pájaros que tuvo lugar en 2011 en el estado de Arkansas, y que se repitió en la misma época en otros años, podría haber sido provocada por un proceso semejante.

 

Otra consecuencia podría amenazar no solamente a los animales, sino al planeta entero. Los expertos admiten que la ‘lucha’ entre las dos zonas del polo magnético —que se sitúan cerca de Canadá y Siberia— puede acelerar los movimientos del campo.

 

Este proceso anómalo puede debilitar el escudo magnético que protege al planeta ante los rayos solares y la radiación espacial.
Como consecuencia, se elevaría la incidencia del cáncer. Además, el cataclismo dañaría a los sistemas tecnológicos creados por la humanidad como las redes eléctricas.

 

Por muy amenazador e inevitable que parezca el pronóstico, los investigadores no creen que una catástrofe de gran escala sacuda a la Tierra en el futuro cercano.

 

(Sputnik)