El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este viernes que la oposición «no quiere elecciones». «Si dijéramos que vamos a elecciones en 30 días, inventarían excusas para no participar», dijo el mandatario en una rueda de prensa a medios internacionales desde el Palacio de Miraflores, en Caracas. 

 

Maduro recordó que en 2017, durante la ronda de conversaciones entre el Gobierno y la oposición, esta pidió que hubiera adelanto de comicios, pero cuando fueron convocados, no se presentó. «Las elecciones del 20 de mayo de 2018 se hicieron bajo un acuerdo de garantías firmado en República Dominicana», subrayó. 

 

«Han armado todo esto con el objetivo de apropiarse del petróleo, no quieren elecciones», enfatizó el presidente, que aseguró que «quieren imponer en Venezuela a un (Augusto) Pinochet».

 

Además, Maduro denunció que la oposición está faltando a la propia Carta Magna debido a que el artículo 233 que invocan los obliga a convocar a elecciones en 30 días, sin embargo, han afirmado que «se van a tomar 12 meses».

 

El jefe de Estado también señaló que en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, él fue «presidente encargado» y llamó a las urnas para elegir un nuevo mandatario, como lo establece la Constitución.

 

Producción de oro y petróleo

 

Por otro lado, el presidente venezolano anunció que su país triplicará la producción de oro en el primer semestre de este año. «Tenemos un modelo sustentable de desarrollo de minería que va muy bien», agregó.

 

Con referencia a las medidas coercitivas sobre los activos de la estatal petrolera PDVSA, expresó que su Gobierno tiene «plan B, C y D, E, F, H y omega» sobre la comercialización de crudo a otros países.

 

«No nos van a bloquear la industria petrolera. Saldremos adelante, suficiente mercado habrá», indicó con referencia al plazo, que culmina el 28 de abril y fue fijado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. para que los estadounidenses y empresas extranjeras comercien con PDVSA y no sean afectados por potenciales sanciones.

 

Ayuda humanitaria

 

El jefe de Estado también afirmó que «la soberanía nacional está tratando de ser vulnerada con un show llamado operación humanitaria».

 

«Si quieren ayudar a Venezuela, liberen el dinero que nos tienen bloqueado», dijo en relación a la supuesta asistencia que EE.UU. ha intentado enviar a través de Colombia. Y planteó que esa ayuda se la den al pueblo del Estado colombiano de Cúcuta que sufre preocupantes condiciones sociales y económicas.

 

Cabe recordar que en esa región colombiana, ubicada en frontera con Venezuela, llegó un envío de ayuda humanitaria, previamente solicitado por el diputado opositor Juan Guaidó para atender a la población venezolana.

 

Caracas ha denunciado que esta política es un «espectáculo» que forma parte de plan de EE.UU. para justificar una «intervención extranjera», y avanzar en su intento de deponer al presidente.

 

En enero pasado, Washington anunció el envío de ayuda por un monto de más de 20 millones de dólares, lo que constituye la milésima parte del dinero que el país sudamericano perdió el año pasado, producto de las medidas unilaterales y coercitivas aplicadas por la Casa Blanca.

 

Disposición al diálogo

 

Maduro manifestó que su país suscribe y se incorpora a los mecanismos diplomáticos de diálogo propuestos por México, Uruguay, Bolivia y la Comunidad de Países el Caribe (Caricom), que se reunieron el pasado jueves en Montevideo, capital de Uruguay.

 

«Estamos en la disposición inmediata de acompañar cualquier acción que vaya en camino de la diplomacia, el diálogo y encuentro entre venezolanos», expresó el mandatario suramericano.

 

De igual modo, afirmó que estaba dispuesto a sentarse con representantes del ‘Grupo de Contacto Internacional’, creado por la Unión Europea, que también emitió una declaración desde Montevideo, donde pedía establecer las garantías necesarias para un «proceso electoral creíble en el menor tiempo posible» y «permitir la entrega urgente de asistencia de acuerdo con los principios internacionales de ayuda humanitaria».

 

«No estamos de acuerdo con el contenido del documento del ‘Grupo de Contacto Internacional’ pero estoy dispuesto a recibir a cualquier enviado y establecer conversaciones». «Ojalá sirva para que escuchen a Venezuela».

 

En este sentido, catalogó la declaración final del grupo de la UE como «parcializada» e «ideologizada» y consideró que diálogo «no puede ser para imponer condiciones».

 

(RT)