Los precios por un kilo de lomo de aguja pueden partir desde siete mil bolívares hasta nueve mil bolívares, estando muy por debajo de sus precios al momento de comenzar el año, cuando alcanzaban los exorbitantes 16 mil bolívares. La razón: producto rezagado.

 

«Todo es cuestión de oferta y demanda. Las ventas han caído mucho, la gente no tiene la misma capacidad de compra que antes, es por esto que se aprecia los bajos precios en comparación a otros meses, uno deja de percibir ganancias para poder seguir trabajando», contó Néstor Benavides, carnicero.

 

En el recorrido realizado por Panorama, el precio de la carne de primera no pasaba de BsS 10.000, mientras la de segunda tenía un precio máximo de ocho mil bolívares.

 

Gerardo Portillo es otro carnicero que comparte la misma situación que Benavides, a diferencia que señala las condiciones climáticas como una causa adicional. «Los ganaderos saben que viene una temporada de sequía. Ellos alimentan a sus cabezas con la vegetación del campo, por lo que les conviene salir del mayor ganado posible, antes de que se queden sin tener con que alimentarlos».

 

Las condiciones de las telecomunicaciones también son un factor que se suma al descenso de precios.

 

«La semana pasada no tuve punto de venta, el efectivo no se consigue, así que mis ventas fueron nulas. Tengo que sacrificar ganancias para poder tener ingresos y así pagarle a mis acreedores», manifestó Rosa Suárez, carnicera desde hace 20 años y quien nunca había visto una situación similar en su trayectoria.

 

Compradores ya pueden ver la abismal diferencia entre las proteínas, prefiriendo llevar hasta dos kilos de carne en lugar de un kilo de queso.

 

«Yo estoy comprando carne, me rinde más ahora, lo bueno es que la puedo usar para los tres platos en lugar de uno o dos como pasa con el queso», dijo José García habitante de San José.

 

Gerardo Ávila, presidente de la Federación de Ganaderos del Lago, explicó a  Panorama el por qué en la diferencia de precios de productos cárnicos y lácteos.

 

«En el tema de los lácteos podemos decir que estamos en este momento atravesando un verano prolongado. Como sabemos los productores desde hace tiempo, los primeros tres o cuatro meses son de verano, donde tu tienes poca oferta de pasto en la finca, por lo que debes vender animales para bajar la carga, y mantener el ganado que está productivo».

 

Ávila acentuó lo costoso que se encuentra los complementos alimenticios para las vacas lecheras, además de catalogar como nefastas las decisiones tomadas por el Gobierno nacional en el último trimestre del 2018, donde productores se ven obligados a dar entre un 30 y 50% de su producción al gobierno regional.

 

Las ansías de vaciar los inventarios llegan a tal punto que ‘combos’ de distintos cortes de carne son ofertados en carnicerías de La Limpia, Pomona y Sierra Maestra. Por lo general incluyen bistek, carne para guisar, mechar y molida, costilla de res, además de hueso.

No solo la carne bovina oferta precios al alcance de un salario mínimo, el pollo es otro rubro que entró al alcance de una quincena, con precios que van desde BsS 4.000 hasta siete mil bolívares.

 

(Panorama)