El fiscal general adjunto de Estados Unidos discutió cuántos miembros del gabinete apoyarían la destitución de su cargo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2017, admitió el exdirector interino del FBI Andrew McCabe en una entrevista que se transmitió el domingo.

 

McCabe sostuvo que la posibilidad de invocar la Enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos fue presentada por el vice fiscal general Rod Rosenstein, luego de que Trump despidiera al director del FBI James Comey el 9 de mayo de 2017.

 

“Rod planteó el tema y lo discutió conmigo en el contexto de evaluar cuántos otros funcionarios del gabinete podrían apoyar tal esfuerzo”, dijo McCabe al programa de noticias “60 Minutes” de CBS.

 

Un extracto de esa parte de la entrevista fue emitida el domingo temprano en el programa “Face the Nation” de CBS, la primera vez que se divulgaron los comentarios reales de McCabe sobre el asunto.

 

Rosenstein ha desestimado reportes de que discutió la remoción de Trump de su cargo -y de que incluso consideró usar un micrófono oculto para grabar secretamente sus conversaciones con el presidente- calificándolos de “broma”, si es que realmente hubiera hecho esos comentarios.

 

En la entrevista, se le preguntó a McCabe si Rosenstein parecía estar decidido a “deshacerse del presidente de Estados Unidos de una manera u otra”.

 

“No puedo confirmar eso”, respondió. “Pero lo que puedo decir es que el fiscal general adjunto estaba definitivamente muy preocupado por el presidente, por su capacidad y por su intención en ese momento”.

 

Trump despidió repentinamente a Comey en medio de tensiones por la investigación del FBI sobre posibles vínculos entre la campaña del mandatario republicano en 2016 y un esfuerzo encubierto del gobierno ruso para influir en el resultado de las elecciones de Estados Unidos a su favor frente a la demócrata Hillary Clinton.

 

En otro extracto divulgado el jueves, McCabe expresó que se movió rápidamente para apuntalar la investigación sobre Rusia después de que Comey fuera despedido.

 

“Estaba muy preocupado de poder poner el caso de Rusia en un terreno absolutamente sólido y de manera indeleble, para que si yo fuera removido rápidamente y reasignado o despedido, el caso no se pudiera cerrar ni desaparecer del día a la noche sin dejar rastro”, declaró.

 

(AFP)