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Sin duda alguna uno de los más grande de los caraqueños, venezolanos y americanos, pasó algunas navidades con las restricciones impuestas por la ejecución del movimiento emancipador, empeñado en cumplir su juramento exteriorizado a los cuatro vientos en Monte Sacro-Roma la tarde del 15 de agosto de 1805.

 

Sus primeras navidades fueron tristes, primero por la muerte de su padre don Vicente Bolívar en 1786, cuando Simón contaba dos años y medio años de edad, luego por la de su madre doña Concepción Palacios en 1792, a los nueve años. Los años 1799, 1800 y 1801, transcurrieron en Europa.

 

Contrae matrimonio en Madrid con María Teresa Rodríguez del Toro el 26 de mayo de 1802 con quien disfruta las navidades ese año; al quedar viudo el 23 de enero de 1803, se traslada a Europa donde pasó las navidades durante los años 1803, 1804, 1805; las navidades de 1806 transcurren navegando hacia norte América. Las de los años 1807, 1808 y 1809 las disfruta en las propiedades de Caracas, Valles del Tuy y Valles de Aragua.

 

A partir de 1810, cuando regresó el 5 de diciembre de Londres, se encuentra en Caracas organizando con Francisco de Miranda, la Sociedad Patriótica, la cual estimuló al soberano Congreso instalado el 2 de marzo de 1811, declarar la Independencia.

 

El dolor familiar lo embargó las navidades de 1811 por la muerte el 5 de diciembre de su hermano Juan Vicente en un naufragio cuando regresaba de comisión de los EE UU de Norteamérica. El 24 de diciembre de 1812, realiza operaciones militares en la población de Tenerife, en su victoriosa campaña del Magdalena, prólogo de la Campaña Admirable.

 

Durante las navidades de 1813 se encuentra en la población de La Victoria-Aragua, cuando avanzaba hacia Caracas luego de su triunfo en Araure el 5 de diciembre. El año 1814, lo encontramos en Bogotá luego de haber derrotado al dictador Mariano Álvarez.

 

Las navidades del año 1815, transcurren navegando de Jamaica hacia Haití con la finalidad de solicitar apoyo al presidente Alejandro Petión, “El Magnánimo”, para iniciar la Primera Expedición de los Cayos. Pasó las navidades de 1816 a bordo de la goleta “Diana” entre Jacmel y Margarita gracias al apoyo proporcionado por Petión.

 

El año 1817 se encuentra ejecutando operaciones en Maturín, próximo a dirigirse a Angostura. En 1818 se encuentra en movimiento en los llanos apureños.

 

El 24 de diciembre de 1819, salió de Angostura a través del Orinoco hacia la Nueva Granada. Luego de realizar los Tratados del Armisticio y Regularización de la Guerra con Morillo, firmados el 27 de noviembre de 1820 en Santa Ana de Trujillo, Bolívar disfruta en Cúcuta las navidades de ese año.

 

En la población de La Plata, cerca de Cali pasó las navidades de 1821, durante el avance de su gloriosa Campaña del Sur del continente. En diciembre de 1822, luego de la liberación de Quito con la magistral batalla de Pichincha “Cima de la libertad” realizada por Sucre el 24 de mayo, Bolívar se encuentra en la población ecuatoriana de Ibarra.

 

Luego de realizar su juramento en Cajamarca – Perú, el 17 de diciembre de 1823 en el cerro de Santa Apolonia, donde fue ajusticiado Atahualpa, las navidades de ese año las disfruta en la población de Trujillo al norte de Lima. Sucre triunfa el 9 de diciembre de 1824 en Ayacucho, “Cumbre de la gloria americana”, por lo cual el Libertador disfrutó las navidades en Lima, culminación de su sueño de Monte Sacro.

 

Las navidades de 1825 las pasará en Chuquisaca-Bolivia, donde dictó importantes decretos en beneficio de los indígenas y de la educación. El año 1826, regresa desde Lima a Venezuela y en su recorrido pasó el 24 de diciembre en Coro en su ruta a Puerto Cabello para encontrarse con Páez en Naguanagua, continuando ambos hacia Caracas.

 

De regreso en julio, hace un alto en Bogotá en diciembre de 1827, rodeado de las atenciones de sus amigos y pueblo en general, seguro que bailaría minué, vals, polca, danzas y contradanzas. En 1828, había sufrido un atentado en Bogotá el 25 de septiembre, por eso, pasó las navidades en la población de Boyacá.

 

Las navidades del año 1829 las recibió en Cali, sería la última en su vida terrenal, por cuanto para el 17 de diciembre de 1830, con una vejez prematura y a los 47 años, con el deseo de trasladarse a Curazao, Jamaica y Europa para tratar su maltrecha salud, le sorprende la muerte en la hacienda San Pedro Alejandrino en Santa Marta, su desaparición física lo convierte en el caballero andante de la inmortalidad, quien nos convoca con su presencia etérea, a ser útiles antes que ser importantes.

 

(N24)