El Gobierno de Argentina, presidido por Mauricio Macri, endureció su política migratoria y pedirá que toda persona que ingrese a ese país tenga un certificado de antecedentes penales que acredite la carencia de delitos en los últimos 10 años.

 

De acuerdo con el ministro del Interior de Argentina, Rogelio Drigerio, se trata de una política de “reciprocidad”, pues esa nación emite certificados de antecedentes penales por ese tiempo.

 

Aseguró que con esta política, vigente desde la semana que viene, pretenden “impedir la entrada de personas involucradas en delitos”.

 

“Hemos reforzado todos los controles terrestres, marítimos y fluviales”, dijo al explicar que la nueva disposición no es “aislada». 

 

(LaIguana.TV)