“Estamos ante la intención manifiesta de Estados Unidos, a través del gobierno colombiano, de crear una fuerza paramilitar que opere contra Venezuela. Ustedes se acordarán de mí cuando los vean con uniformes parecidos a los del Ejército venezolano, banderas, escudos y armas”, advirtió Miguel Ángel Pérez Pirela en la novena emisión de su programa Desde donde sea.

 

“Nuestro embajador Samuel Moncada planteó algo definitivo para saber por dónde van los  tiros: Elliott Abrams, el enviado especial de Trump para Venezuela (juzgado y condenado en EEUU) es especialista en crear ejércitos paralelos con armamento ilegal –expresó el filósofo y comunicador-. Se están abultando las cifras de desertores para crear un ejército paralelo que actúe contra Venezuela, a imagen y semejanza de los paraestados que funcionan en Colombia y de los que ya existieron en Centroamérica, justamente por obra de ese señor Abrams”.

 

Indicó que esa fuerza paramilitar sería algo inédito en Venezuela porque las  guerrillas que existieron en épocas pasadas operaron en territorio venezolano, mientras que en este caso se está utilizando a Colombia como semillero para la estructuración de fuerzas paramilitares que vendrían aquí. “Uno sabe cuándo comienzan a operar ese tipo de fuerzas, pero no cuándo terminan. ¿Cuántos años lleva la guerra civil en Colombia?  ¡Mosca! que no es una carrera de cien metros, sino un maratón. Los gringos cocinan a fuego lento. Quien crea que Uribe ha desistido de la invasión es ingenuo. Esa declaración es un falso positivo. A ellos les basta con cinco desertores porque la fuerza la crearán con paracos, mercenarios y marines”, puntualizó.

 

En el programa, que se transmite a través de redes sociales, Pérez Pirela analizó los acontecimientos de la última semana, señalando que han sido días muy difíciles y cruciales para los venezolanos, los latinoamericanos y los pueblos del sur del mundo.

 

“La Batalla del puente Simón Bolívar ya es comparable con otros episodios, mutatis mutandi, como playa Girón. Lo que se nos presentó como ayuda humanitaria era la creación de un cassus beli para invadir a Venezuela. Sería ingenuo pensar que fue una cosa de guarimberos. Fue un ataque del Estado colombiano al Estado venezolano. Hay elementos filosófico-políticos y de carácter jurídico internacional e incluso de las leyes colombianas y venezolanas para decir que fue un ataque del Estado colombiano al Estado venezolano. No fue solo que prestó el territorio, lo cual de por sí es grave, sino que participó activamente. Decir otra cosa es hacerse los pendejos, pecar de ingenuidad o de ignorancia”.

 

Señaló que el cuidadoso análisis de las imágenes de los sucesos muestra que el contingente con el que se pretendía invadir a Venezuela estaba formado por delincuentes extraídos de Caracas, Maracay, Valencia y otras ciudades del norte de Venezuela, paramilitares colombianos y marines estadounidenses de civil, con la policía colombiana y el ejército colombiano custodiando y protegiendo ese ataque contra un Estado nación moderno como el venezolano. “Allí estaba el presidente de la República de Colombia, Iván Duque. No solo protegiendo y propiciando ese ataque. Estaba aupando a los irregulares. Por mucho menos que eso se desató la Primera Guerra Mundial y por menos que eso, países han ido a guerras fratricidas de más de cien años. Luego se pretende vender eso como una operación de falsa bandera, diciendo que Venezuela quemó la ayuda humanitaria”.

 

La acción fue tan burda en sus manipulaciones que, según Pérez Pirela, tuvo que pronunciarse hasta la Cruz Roja porque había gente disfrazada con sus símbolos, algo que no se ha hecho ni en las más cruentas guerras.

 

“En esta intentona de invasión de EEUU y Colombia participaron, además, los presidentes de Chile y Paraguay”, precisó.

 

El rol de Guaidó

 

Pérez Pirela se refirió al papel que ha desempeñado hasta ahora el diputado Juan Guaidó. Dijo que el autoproclamado presidente encargado es solo un instrumento, no pinta nada, no representa nada para la oposición, que está dividida y consternada y por eso genera preocupación que las mismas fuerzas que lo pusieron puedan atentar contra su vida, para atribuirle la acción al gobierno nacional y crear el motivo de guerra contra Venezuela.

 

“Él salió sin autorización del Estado venezolano. Ahora es risible que la AN le haya dado a posteriori un permiso para que pueda estar fuera del país por cinco días o más.  Se nota que están esperando las órdenes de EEUU”, comentó.

 

El falso positivo del puente

 

Continuando con el recuento de los hechos, Pérez Pirela recordó que a las 8 de la mañana empezó a desarrollarse el guion de la invasión con el movimiento de las tanquetas de los desertores de la Guardia Nacional Bolivariana, que arremetieron contra centenares de personas que estaban en el puente Simón Bolívar.

 

Expresó que esa parte del guion salió mal gracias a la Chinita y a San Benito, porque la idea era que las tanquetas asesinaran a unas 50 personas. “Por cierto, hirieron, además de una agente de la PNB, a una periodista chilena, pero ella no existió para su presidente, Sebastián Piñera, que estaba allí en Cúcuta, ni para los medios internacionales”.

 

Añadió que el segundo elemento del guion estilo Hollywood fue la quema de las gandolas. “Por la ineficiencia e ineptitud de estos guarimberos, paracos, marines y policía de Colombia, la gandola que empieza a quemarse es la que está más lejos del lado venezolano. Luego se revisa el contenido de uno de los transportes y lo que había era material de guerra porque en el lado venezolano los esperaban paramilitares colombianos y guarimberos venezolanos. Allí estaba la reportera de LaIguana.TV, Mirelvis Gutiérrez, quien quedó atrapada cerca de Ureña por varias horas, junto a muchos otros corresponsales”.

 

El moderador de Desde donde sea quiso referirse también al concierto de mayameros que se desarrolló en Cúcuta. “El mundo de la industria de la música es guiado desde los 80 y 90 por los Estefan y luego por otros factores como HTV o el narcotráfico que financian a cantantes que no tienen voz ni mensaje, pero son útiles para vender”.

 

Señaló como una gran ironía que se haya escogido a la frontera entre Táchira y Norte de Santander como el escenario para este montaje. “Es irónico que para la llamada ‘ayuda humanitaria’ hayan elegido esta herida del Táchira, porque más que frontera esa es una herida abierta. Ese  ha sido el lugar por donde se ha desangrado a Venezuela. Los alimentos y medicinas que han salido por Táchira han surtido a toda Colombia, hasta la costa y el altiplano. Tan es así que en 2016, cuando cerraron la frontera, en Cúcuta se decretó la emergencia”.

 

El caso del hotel Cleopatra

 

En la continuación del relato de los hechos de la semana, mencionó el episodio en el que apareció muerto el asistente de un diputado y en grave estado de salud el mismo parlamentario, lo que puso en evidencia que  “mientras se desarrollaba esa acción contra Venezuela, los líderes estaban con prostitutas”.

 

Precisó que, para más sarcasmo, el diputado es el jefe de la comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, lo que significa que ostenta un cargo en el que debe juzgar sobre la conducta moral de otros funcionarios públicos. “Terminó en el hotel Cleopatra… García Márquez se hubiese divertido mucho”, dijo.

 

Como prueba del empeño en generar matrices de opinión y falsos positivos, Pérez Pirela señaló que luego del bochornoso incidente, los medios comenzaron a decir que el diputado había  sido víctima de un atentado del gobierno dictatorial, nefasto y genocida. “Como si en medio de un ataque internacional, el gobierno de Venezuela no tuviera nada mejor que hacer que buscar a un diputado en el hotel Cleopatra con dos prostitutas”.

 

El inventario de vergüenzas sigue con el video de Lorent Saleh, detenido por la policía colombiana  y dando gritos enloquecidamente. “Este personaje, que fue beatificado por la prensa europea como una pobre víctima de la dictadura, presuntamente, según medios colombianos, intentó violar a dos mujeres. Es otra prueba de que mientras de este lado se estaba resistiendo la embestida contra la soberanía venezolana, los moteles en Cúcuta estaban llenos”.

 

Par respaldar sus apreciaciones citó unos tuits de Gustavo Petro (a quien calificó como el verdadero presidente  de Colombia, robado en un proceso electoral fraudulento). En sus mensajes, Petro lamentó que la autoridades venezolanas haya deportado a un señor venezolano porque estacionó mal un vehículo, pero a Saleh lo dejaron libre por una llamada de Guaidó, aunque casi golpeó a policías colombianos. “Al día siguiente estaba dando ruedas de prensa en Bogotá –expresó Pérez Pirela-. Puedo entender que los colombianos se bajen los pantalones ante los estadounidenses, pero que se dejen influir por una llamada de Guaidó o que la caballería del Ejército haya protegido a guarimberos, ya es un síntoma de la desaparición del Estado nación colombiano, convertido por Duque en una empresa contratista de EEUU”.

 

Otro ejemplo de esa degradación ocurrió el 25 de febrero, cuando se reunió el Grupo de Lima en Bogotá. “Le prestan el avión presidencial de Colombia a Guaidó y se le recibe con honores militares. Definitivamente estamos llegando al fin del Estado-nación colombiano. Uno puede regresar de todas partes, menos del ridículo”, subrayó el también director de LaIguana.TV.

 

Reiteró planteamientos que ha formulado en programas anteriores y en trabajos de investigación en los que ha participado, en el sentido de que Colombia es una nación con tres estados: El formal (que dirige Álvaro Uribe a través de Duque), el estado paramilitar (también uribista, por lo que  Uribe maneja dos de los tres estados) y las guerrillas, que ahora tienen menos poder, pero que han contralado territorios y armamento en el pasado.

 

El Consejo de Seguridad

 

Pérez Pirela completó su análisis con sucesos recién salidos del horno, pues ocurrieron horas antes del programa, el jueves 28 de febrero.

 

“Por tercera vez en menos de un mes llevaron a Venezuela al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y por tercera vez perdieron. Recordemos que en ese consejo existe el recurso del poder de veto, y en este caso lo aplicaron Rusia y China. Fueron derrotados con los votos de la segunda potencia económica del mundo, China, y de la segunda potencia militar del mundo, Rusia. También Sudáfrica respaldó a Venezuela. Allá está en el poder  el partido de Mandela, ese mismo líder al que la oposición venezolana usa para pedir ‘freedom’, libertad”.

 

Observando en perspectiva, alegó que ahora es cuando el poder imperial se torna más peligroso. “No fue el 5 de enero ni el 10 ni el 23 de enero ni el 12 ni el 23 de febrero. Ahora la OEA, a través de Almagro, dice que es necesario tener paciencia, que no es de un día para otro. En este momento sí está difícil el juego porque ahora es cuando Trump es peligroso. Pensar que se ganó la batalla es un error. Ellos ya han dicho que van a seguir manejando todas las opciones para meter la ayuda humanitaria, que es como decir, para invadir a Venezuela”.

 

Comentó que días atrás, en una emisora de radio, se cruzó con un diputado cercano a Guaidó, quien le dijo, con una sonrisa un tanto pícara, que la ayuda humanitaria de que entra, entra. “Le respondí humildemente  que no tenía dudas. Pero ahora sí las tengo, luego de ver a este senador Rubio tuiteando fotos de Noriega y de Gadafi ensangrentado. ¿Alguien que quiera dar una ayuda humanitaria  se le ocurre amenazar  presentando ese tipo de mensajes? ¿Es que quieren decir que van a somodizar y linchar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela?  -indicó- . Yo creo que o es ayuda humanitaria o es violación de derechos humanos.  O es lo uno o es lo otro”.

 

Puntualizó los fracasos que ha sumado la estrategia de EEUU y Colombia en el plano internacional. “El Grupo de Lima, la ultraderecha más rancia, arrugó después del desastre de Cúcuta. Se opuso a una intervención militar. Se rompió la unidad como antes se había roto en la de la OEA. Un grupo creado por EEUU para invadir a Venezuela tampoco pudo ser unánime. Hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU también se les dijo no, aunque los medios internacionales están tratando de encontrar excusas para suavizar la derrota diciendo que hubo nueve países que votaron a favor, pero operó el veto de Rusia y China”.

 

A su juicio, la única opción que le queda a EEUU es invadir sin pasar por organismos internacionales o declarar la guerra en forma bárbara, lo cual no sería nada nuevo porque se ha hecho en situaciones pasadas, como pasó en Libia donde Francia fue el primer país en bombardear debido a las deudas personales que Nicolás Sarkozy tenía con Muamar Gadafi.

 

“¿Qué viene ahora? –se preguntó-. Van a pasar los días. El 23 de febrero, Trump se jugó todo y ahora tiene que calmar el juego porque se le acabaron las barajitas. Viene la provocación de EEUU a través de Guaidó, que ahora tiene que entrar a Venezuela porque así lo dice el TSJ que inventaron y sesiona en Bogotá. Lo que pasó el 23 de febrero fue un acto de resistencia del pueblo y del Estado venezolano frente a una agresión del Estado colombiano. No vamos a caer en el peine de una guerra con Colombia porque sería caer en el peine de la guerra de perros que EEUU ya propició en Europa del Este. Venezuela y  América Latina son territorio de paz. La paz es el respeto del vecino. Si Venezuela hubiese dejado que se vulnerase la frontera, en poco tiempo venían por Nicaragua, Cuba y luego por otros, incluso aliados como Chile o Colombia”.

 

Reflexionó acerca de las enseñanzas de la historia. “Cuando uno se pone a leer los documentos históricos, como el Discurso de Angostura, concuerda con lo que dice uno de los filósofos a los que más admiro, el vicepresidente de Bolivia (Álvaro García Linera): a Venezuela en el siglo XIX le tocó  decidir la suerte de toda América. Ahora le toca el mismo reto, por cosas de la historia”.

 

Una persona de la audiencia le pidió un comentario sobre los “colectivos asesinos” que habrían actuado el 23 de febrero a favor del gobierno. Pérez Pirela respondió que en Venezuela hay toda clase de organizaciones culturales, sociales y políticas, como también hay gente dispuesta a sumarse a la defensa de la soberanía. “Los medios que están a favor de la invasión proponen que cuando esta se produzca todos levantemos las manos y digamos: ‘somos demócratas, mátennos, asesínennos’, pero en los sucesos del 23 de febrero se dieron cuenta, en una pequeña medida, de lo que significa ser venezolano. Me siento muy orgulloso como venezolano de saber que aquí hay soldados y pueblo capaces de resistir una invasión de guarimberos, paracos y policías colombianos”.

 

“El 23 de febrero fue un antes y un después. Si no se hubiese repelido esa invasión, hoy estaríamos en guerra –concluyó-.Debemos felicitarnos porque, inclusive, la mayoría de los opositores no salieron a hacerles el juego a los líderes extremistas que trataron de invadir a Venezuela mientras ellos estaban con prostitutas y drogas de todo tipo”.

 

(LaIguanaTV)