En esta conmovedora imagen, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su familia se abrazan luego de asistir al velorio y posterior sepelio de su nieto de siete años, quien falleció el pasado viernes a causa de una meningitis, antes de regresar a prisión, en la que se encuentra desde abril de 2018, por supuesto hecho de corrupción.

De acuerdo al relató del principal líder del Movimiento de los Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stédile, Lula «se comprometió a luchar de todas las formas para que la Justicia lo reconozca como inocente. Dijo que, en el cielo, él (su nieto) tendrá mucho orgullo del abuelo que tuvo». Relato además que el exmandatario contó que pequeño sufría de «bullying» en la escuela, ya que sus compañeros le decían que «su abuelo estaba preso por ladrón».

 

A través de una nota divulgada por el sitio en internet del Instituto Lula, también se pudo conocer que el expresidente, que lloró desconsaladamente todo el tiempo, aseguró que, además de demostrar quién es ladrón y quién no lo es, le llevará al pequeño al cielo un diploma de inocencia.

 

Esta es la primera vez que Lula sale de la prisión desde que ingresó y que tiene contacto con el mundo externo, luego de la justicia brasileña le impidiera recibir visita más allá de sus familiares más cercanos, su abogados, y algunos otras visitas permitidas, además de que le prohibieron grabar cualquier tipo de video, audio o rendir declaraciones a los medios de comunicación. Desde entonces el exmandatario solo se comunica con su público a través de cartas.

 

(telesur)