El cierre de la frontera colombo-venezolano (acción tomada en el marco de la tensión que se vive en la zona por las amenazas de intervención a Venezuela) ha agudizado la crisis interna que padece la ciudad de Cúcuta, capital  del departamento Norte de Santander.

 

De acuerdo con las autoridades neogranadinas, tras esta medida ha mermado el flujo de personas que diariamente transitan la zona. Incluso ha reivindicado la falta de oportunidades laborales que caracteriza a esa región de Colombia.

 

“Empeora la situación porque se cierran los puentes y no hay ese dinamismo que existía. Esto dificulta a la ciudad porque tenemos falta de oportunidades laborales y la informalidad va creciendo en la ciudad. Y como tal por el gobierno nacional nosotros no recibimos recursos para poder generar una expectativa de empleo”, admitió el alcalde de Cúcuta, César Rojas.   

 

Por su parte, el dirigente sindical Ramón Tamara declaró a HispanTV que la ciudad de Cúcuta siempre ha vivido de los venezolanos. “Usted ve hoy los grandes supermercados cerrados, ve a la gente del comercio prácticamente sin vender porque la gente de Venezuela no viene”, agregó.

 

“Como siempre a la ciudad le quedan mayores problemas, mayores dificultades, mayor militarización. La ciudad tiene los mayores problemas de Colombia, de desempleo, de miseria, de pobreza y de violencia. Una frontera en manos de la criminalidad, de paramilitares, de organizaciones insurgentes y de bandas locales del narcotráfico”, aseguró el presidente de la Fundación Progresa, Wilfredo Cañizalez.   

 

(LaIguana.TV)