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Este lunes, el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, declaró ante los medios para informar que el presidente ejecutivo de la cadena Farmatodo y un gerente aún se encuentran bajo la custodia del SEBIN, y que otros cinco directivos ya fueron liberados. Sin embargo, eso no fue lo único que dijo.

Roig aprovechó el espacio para denunciar lo que a su juicio es «una persecución absoluta y exclusiva contra la empresa privada para acabarla”, aún a pesar de que son muchas las facilidades y ayudas que brinda el gobierno bolivariano para la inversión privada, siempre que se mantenga bajo el rango de la ley y beneficie al pueblo.

 

La guerra cruenta entre los empresarios especuladores contra el poder popular y su gobierno hace que las palabras de Roig sean cuestionables, sobre todo porque de esta lucha el balance negativo se lo lleva la gente.  

 

Él mismo afirmó que el fenómeno de las colas se mantendrá hasta que el gobierno  “recupere la confianza de un país, devuelva el incentivo de la empresa privada y se vuelva a producir un círculo de confianza”, es decir hasta que el gobierno no ceda a las demandas de los empresarios que él representa. 

 
El llamado que el presidente Nicolás Maduro ha hecho en reiteradas ocasiones a los empresarios de bien, a que se unan para trabajar en pro del país descartan que, procesos como el que enfrenta Farmatodo sean una persecución: se trata de reivindicaciones que exige el pueblo harto de las colas y los especuladores.

 

(N24)

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