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La actriz y animadora puertorriqueña Adamari López irradia una felicidad única ¡y no es para menos! A sus 43 años, cuando la ciencia le había dicho en repetidas ocasiones -en la voz de sus médicos- que no podía ser madre; recibió la noticia de que estaba embarazada cuando ni siquiera lo imaginaba. En marzo nacerá su primogénita, a la que escogió llamar Alaia, que significa «guerrera, hija de Dios».

 

La bebé nacerá en marzo. Atrás quedaron los exámenes que, una y otra vez, le certificaban un «negativo» como resultado. Atrás quedó el cáncer de mama que pudo vencer.

 

«Hemos luchado mucho para tenerla con nosotros, hemos estado intentando, deseándola por mucho tiempo, así que queríamos tener un nombre que se acercara a lo que hemos pasado en nuestra vida, por eso escogimos llamarla Alaia, guerrera, hija de Dios. Es una hija muy querida, una hija que Dios me mandó, después de hacer muchos intentos por tenerla conmigo, papá Dios la mandó y no fue a través de un tratamiento. Había hecho tratamientos de fertilidad antes, pero no resultaron. Papá Dios la mandó en el momento que él creyó correcto. Realmente pasó cuando él quiso. Creo en los milagros. Aquí, en mi vientre, tengo uno, porque la ciencia decía que no; la ciencia y mi doctor que es un hombre de mucha fe, me dijo en el momento que hacíamos tratamientos, que él estaba haciendo todo lo que la ciencia lo dejaba hacer, pero que al fin y al cabo todo lo demás estaba en manos de Dios. En el momento que tratamos con la ciencia, lamentablemente no se pudo, pero Dios puso su mano en otro momento y aquí está».

 

«Siempre he sido una mujer de mucha fe. Superé el cáncer, la ciencia hizo su parte pero Dios hizo la otra. Le entrego todo a las manos de Dios, y que se dé lo que él crea que sea correcto. Y lo que conviene se da y lo que no conviene, se aparta. Esa fe me la inculcó mi mamá desde muy chiquita».

 

«No me llegaba el periodo y no era la primera vez que no me llegaba. Muchas veces me había pasado y no estaba embarazada. Simplemente quería salir de dudas, así que le pedí a Toni (su pareja), que fuera a comprar una prueba de embarazo. Pasaron muchas cosas graciosas, la prueba se fue por el inodoro, no la pudimos hacer, tuve que mandar a comprar otra. No salía clara. Tuve que llamar al doctor, y el doctor me dijo, hazte otra. Cuando me hice esa otra prueba salió positiva. Y fue una mezcla de emoción, pero también como controlada porque ya me había pasado otras veces. Yo tuve un embarazo ectópico. Y era una emoción de no saber qué hacer, de preguntarme de si será verdad, lo tendré en el útero o en una trompa. Y si es verdad, ¿pasaré los tres meses, llegaré a tener un bebé? Fueron muchas pregunats en mi cabeza con la ilusión. Al día siguiente me hice exámenes de sangre. Tuvimos prudencia y no se lo dijimos a nadie, porque no los queríamos ilusionar, como ya nos había pasado. Pasaron los días y las pruebas. Vinieron muchas emociones».

 

«Lo anuncié cuando ya tenía tres meses y medio. El doctor me dijo que ya tenía más del 80% de posibilidades de tener a mi bebé en mis brazos. Tenemos un segmento en el programa Un nuevo día, que se llama Aprendiendo a ser mamá, para prepararme y compartir todo esto con el público. Todo lo que pasa una embarazada, las ganas de ir al baño, la comida. Lo he compartido porque me han enviado tanto cariño, tantas bendiciones, que eso me permite agradecerles y al mismo tiempo prepararme. Pero también aprovecho para comentarles que cuando nazca la bebé, vamos a tomarnos un tiempo antes de mostrarla, para que ella se pueda adaptar. Gracias a Dios he tenido un embarazo muy bueno. No he faltado al trabajo. Me parece tan bonito que siga haciendo las cosas normales, y disfrutando del embarazo. Eso me da mucha energía».

 

Adamari es autora también de un best-seller llamado Viviendo, allí relata todo a lo que se enfrentó cuando fue diagnosticada con cáncer de mama en 2005. Sus cambios, lo difícil del tratamiento, cómo impactó la enfermedad en su vida personal y profesional. Hoy, asegura que mira al pasado y agradece las lecciones que aprendió y que ahora puede compartir con los demás.

 

(Panorama)

 

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