https://www.youtube.com/watch?v=953KUc2FavY&feature=youtu.be

 

Los primeros funerales de las víctimas comenzaron mientras los neozelandeses se preparan para días de emotivas despedidas tras la masacre.

 

Cientos de personas, principalmente musulmanes, se congregaron en un cementerio cercano a la mezquita de Linwood, la segunda de las atacadas. Allí rezaron e inhumaron los restos mortales de un padre e hijo que llegaron el año pasado a Nueva Zelanda como refugiados, huyendo de la guerra en Siria. Pero se toparon con la tragedia en la tierra en la que habían buscado asilo, cuando padre e hijo fueron abatidos en la mezquita de Al-Nur, la primera atacada. El hijo menor, Zaid, de 13 años, resultó herido pero sobrevivió y acudió al funeral en una silla de ruedas.

 

El atentado de Christchurch provocó indignación y rechazo en Nueva Zelanda, así como un debate sobre las leyes sobre tenencia de armas, y dudas sobre si las autoridades hicieron lo suficiente en la vigilancia de los extremistas de ultraderecha. En una rueda de prensa, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, anunció la prohibición de las armas bajo las nuevas leyes de armas impuestas tras la masacre,

 

El anuncio, que ha recibido un amplio apoyo de casi todos los sectores, y la recolección de más de 40.000 firmas para pedir su prohibición, se da después de que el presunto atacante, el australiano Brenton Tarrant, utilizara dos armas semiautomáticas modificadas en los ataques a dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, dejando 50 muertos y también 50 heridos.

 

Ardern dijo que, el próximo viernes, la tradicional llamada a la oración, que realizarán los musulmanes ese día de la semana, se transmitirá en toda Nueva Zelanda. También habrá dos minutos de silencio, uno más de lo habitual, por las enormes dimensiones de los hechos.

 

(HispanTV)