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El Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, publicó recientemente una investigación en la que se afirma que los dedos de las manos podrían ser un factor fundamental para constatar si una persona tiende o tenderá a ser engañar a su pareja.

 

Según los titulares de dicho análisis, encontraron que al comparar el tamaño del dedo índice con el dedo anular de la mano derecho de los sujetos de estudio, mostró una relación directa con las conductas sexuales de estos.

 

Así, las personas cuyo dedo anular registró mayor longitud que su dedo índice, fueron los proclives a mostrar conductas de infidelidad. Lo anterior se logró gracias a una serie de formularios en donde los participantes describieron el tipo de vida sexual y amorosa que llevaban.

 

“La longitud del dedo anular en comparación con el índice puede ayudar a identificar el grupo de personas que tienen más probabilidades de ser promiscuo”, comentó un académico de Oxford para medios internacionales.

 

A decir de los experimentadores, las personas que sufren una mayor exposición a la testosterona durante el periodo de gestación, son personas que a futuro mostrarán una tendencia a llevar una vida sexual más intensa o promiscua.

 

(elsiglodetorreon.com.mx)