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Datos suministrados por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y su Mando Unificado en África (Africom) confirman que bajo la dirección del presidente saliente Barack Obama 26 mil 171 bombas fueron arrojadas en países de África y Medio Oriente, tan sólo en el año 2016.

 

La investigadora Jennifer Wilson, miembro del tanque de pensamiento Council On Foreign Relations (CFR) de origen gringo, reseña que el enfoque militar de Barack Obama se ha basado en el apoyo a socios locales -entiéndase «rebeldes» sirios-, el empleo extensivo de la fuerza aérea y la reducción de fuerzas terrestres, con la notable excepción de Afganistán.

 

Para la autora este enfoque está desacreditado en la actualidad, ya que los ataques aéreos han aumentado mientras que la presencia y capacidad de maniobra del llamado Estado Islámico -supuesto objetivo principal de los ataques- no ha hecho más que reforzarse en la región.

 

Resalta el caso de Libia, nación masacrada por organizaciones mercenarias y terroristas -incluyendo el Estado Islámico-, donde Barack Obama autorizó el lanzamiento de 3 mil 027 bombas más que en 2015. Estos bombardeos no han significado para ninguno de estos grupos una afectación sensible de sus operaciones, señalan distintos investigadores especializados en el tema.

 

La coalición que dirige Estados Unidos en contra del Estado Islámico -bajo el nombre Operation Inherent Resolve (OIR)- ha descargado miles de bombas sobre territorio sirio e iraquí, los cuales han contribuido, contradictoriamente, a una mayor expansión del grupo que dicen estar atacando. De todos los bombardeos que ha realizado la coalición en estos dos países, sólo Estados Unidos concentra el 79%: 5 mil 904 bombas.

 

El portal especializado en temas militares Defense One publicó una tabla donde se refleja la distribución de las bombas lanzadas por los Estados Unidos hacia los países antes mencionados. Los dos países más bombardeados son Irak y Siria, dos naciones donde el Estado Islámico ha tenido mayor dominio territorial y poder de daño en los últimos años.

 
Contrario a lo que sugiere el manipulado sentido común impuesto por la prensa internacional, ha sido Barack Obama y no George W. Bush el responsable del colosal auge en la cantidad de bombardeos realizados en países como Somalia, Yemen y Pakistán. Así lo hace ver el siguiente gráfico de Edward Delman que escribe para The Atlantic. Todos estos bombardeos han sido autorizados por el mismísimo Barack Obama.

 
Según una nota publicada por The New York Times, una de las principales promesas de campaña de Barack Obama fue que Estados Unidos redujera el gasto militar y sus incursiones bélicas en el extranjero, además de poner fin a dos conflictos prolongados -los de Irak y Afganistán-. Sin embargo en 2016 pidió al Congreso aumentar el presupuesto de defensa en 51 mil millones de dólares para 2017, haciendo especial énfasis en el apoyo a sus socios locales en Irak y Siria, en el aumento de fuerzas terrestres en Afganistán y en contrarrestar una amenaza emergente: Rusia.

 

21 mil 171 bombas humanitarias, de democracia y libertad que han dejado una imborrable estela de muerte y destrucción en estas regiones del planeta. El legado de Barack Obama.

 

(misionverdad.com)