Con todos los parches que tenía la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para no desmoronarse, la intención de Julio Borges de declarar el absurdo abandono del cargo del presidente Nicolás Maduro caldeó los ánimos de muchos opositores.

 

De un lado y del otro se lanzaban puntas: Mientras María Machado y Henrique Capriles insistían en que esta farsa conduciría a la realización de elecciones en 30 días, personas un poco más sensatas como Henri Falcón y los diputados de Avanzada Progresista, quienes salvaron su voto, sostenían que esta acción era totalmente inútil, pues no tenía fundamentos legales para consolidarse.

 

Y en el medio de todo tenían a Jesús “Chuo” Torrealba, quien pedía un poquito de cordura a sus amigos de la MUD para que se jugaran otra “barajita” diferente al abandono del cargo, que les pudiera formar “una estrategia de poder verdadera”… ¡Así comenzó el año la derecha!

 

(conelmazodando)

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