Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Colombia (OCHA), el número de familias desplazadas en el departamento de Córdoba va en aumento. La región está ubicada en el Caribe colombiano, cerca de la frontera con Panamá.

 

La crisis humanitaria inició el 22 de marzo pasado cuando 160 familias de las veredas Santa Rosa y La Flecha del corregimiento Juan José, Puerto Libertador (Córdoba) se desplazaron de manera forzada por los enfrentamientos entre disidencias de las Farc y el Clan del Golfo.

 

El número de afectados aumentó a 2.159 personas (732 familias), según información de la Personería de Puerto Libertador y la OCHA. Las personas desplazadas, han salido de nueve veredas (Santa Rosa, La Flecha, Soledad, Santa Bárbara, Rogero y Río Sucio, Jagua, Mutatá y del Resguardo indígena Cañaveral) y han llegado paulatinamente al casco urbano del corregimiento de Juan José.

 

Los afectados han salido de nueve veredas (Santa Rosa, La Flecha, Soledad, Santa Bárbara, Rogero y Río Sucio, Jagua, Mutatá y del Resguardo indígena Cañaveral) y han llegado paulatinamente al casco urbano del corregimiento de Juan José. “El corregimiento de Juan José no posee un albergue para emergencias de esta magnitud, situación que también genera riesgos de protección y agudiza las necesidades y situación que ya viven las familias” señaló el organismo internacional.

 

Por su parte, las personas que han llegado posteriormente están alojadas en albergues improvisados (cambuches) con telas y plásticos en cercanía de casas con difíciles condiciones estructurales. Otras personas se están albergando en la casa indígena del corregimiento, la cual también, según el organismo internacional, presenta fallas estructurales, “representando un peligro para quienes la habitan”.

 

“El censo no se ha cerrado, se tienen cifras parciales, y no se cuenta con toda la información desagregada para identificar a los grupos poblacionales afectados (campesinos, comunidades indígenas Embera katio y Zenues). Se alerta sobre la posible llegada de más personas desplazadas, procedentes de las veredas La Esmeralda y San Ciprian del municipio de Montelíbano”, aseguró la OCHA.

 

La Defensoría del Pueblo ya venía alertando sobre los riesgos de desplazamiento en la subregión del Sur de Córdoba, causado por el accionar de los grupos armados existentes y nuevos que hacen presencia en el territorio. “Preocupa el número de personas desplazadas y alerta sobre la crítica y deteriorada situación que vive este departamento”, señaló la OCHA.

 

Desde agosto de 2011 no se registraba un desplazamiento de tal magnitud en la zona, cuando más de 1.300 personas se desplazaron de siete veredas en Tierralta (Córdoba) por una masacre perpetrada por grupos armados posdesmovilización. Posterior a este desplazamiento se habían presentado otros que no superaban las 700 personas, pero que seguían alertando sobre riesgos latentes en esta región.

 

Las familias que habitan en los albergues improvisados -señaló la OCHA- no cuentan con colchonetas, frazadas, ni hamacas. A su vez, están expuestas al sol y al agua, y no tienen energía (iluminación nocturna). Adicionalmente, existe una situación de hacinamiento, debido a que en algunas viviendas duermen hasta 10 niños en una habitación.

 

“Desde que inició el desplazamiento, algunas familias no han tenido acceso a agua ni elementos para el aseo personal; las necesidades fisiológicas las realizan al aire libre, en una quebrada cercana a los lugares que habitan. No se cuenta con agua segura y utensilios de cocina para preparar los alimentos. Este corregimiento tiene limitaciones de acceso a agua como consecuencia de la temporada de sequía que enfrenta el departamento, situación que agudiza las condiciones de hábitat por el elevado número de personas desplazadas, y propiciando la ocurrencia de enfermedades”, puntualizó la OCHA.

 

(El Espectador/ La Radio del Sur)