Pero no pongas esa cara, hombre. ¿Qué esperabas que hiciera la pobre madre? Un cazador quedó desfigurado después del feroz ataque de una osa durante una partida de caza el pasado mes de octubre en el estado de Wyoming (EE.UU.). El zarpazo de la osa le arrancó la nariz y el labio superior de Lee Brooke, que tuvo que someterse a numerosas operaciones quirúrgicas para reconstruir su mutilada cara.

 

Según explicó el cazador en una entrevista en Fox 31, el día de autos acudió a recuperar el cuerpo de un reno que había abatido el día anterior, pero al llegar se encontró con un agresivo oso reclamando la presa. Al parecer se trataba de una osa que estaba hibernando en las inmediaciones con sus crías e intentó protegerlas. La pasada semana, dos cazadores mataron a una osa y a sus dos crías mientras estaban hibernando en una cueva de Alaska.

 

La osa lanzó un zarpazo a la cara de Brooke, que quedó tendido en el suelo inconsciente. Al despertar, se topó con el animal encima de él: “Me quedé picueto al ver mi labio y mi nariz tirados en el suelo. Entonces me di cuenta de que algo no iba bien con mi cara”, explicó durante la entrevista con Fox.

 

“Sentí cómo me olía el rostro. Sentí sus bigotes rozándome. Podía haber muerto allí desangrado, ahogado en mi propia sangre”. Sin embargo, con los ojos inundados de sangre, el hombre logró sacar un cuchillo de caza de su bolsillo: “No sé si hubiera tenido el valor de acuchillarla si hubiera conseguido verla”, bromeó más tarde, rememorando la famosa escena de apertura de ‘El renacido’, la película de Leo diCaprio.

 

Brooke permaneció una hora en el bosque antes de que apareciera ayuda. Fue su cuñazo, George Neal, quien encontró a Lee, malherido y desnarizado, en la nieve. El familiar recogió los pedazos del cuerpo mutilado y llamó a emergencias. La osa “le había arrancado la cara”, explicó, si bien había tenido la compasión de dejar vivir al cazador.

 

Lee Brooke ha pasado varios meses sometido a una innovadora técnica de reconstrucción facial por parte del Swedish Medical Center de Colorado. Los galenos han utilizado carne y piel de sus piernas para reconstruir su cara.

 

(Publico)