La firma del indulto del luchador independentista, Oscar López Rivera, revolvió los piojos en la derecha nacional e internacional, a la que le debe ser reconocida su capacidad para la manipulación inescrupulosa e inmediata. Con el descaro que es propio en esa inhumana corriente política, andan regando la voz de que la decisión de Obama obliga al presidente Nicolás Maduro a proceder de igual manera con Leopoldo López, quien no le llega ni por los talones al insigne batallador boricua.

 

El grosero manejo de la especie por parte de los alcahuetas del padre de las guarimbas del año 2014, se remonta al mes de enero del año 2015, específicamente al día 4. Esa vez, el jefe de Estado informó al país el saldo de su presencia en la toma de posesión de Dilma Rouseff en Brasil. Y se quejó de la manipulación (¡Qué raro!) que aquella vez dieron los medios burgueses a su encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden.

 

Aclaró que no brindaría datos sobre dicho encuentro entre otras cosas porque hubiese sido un acto descortés de su parte, puesto que “el encuentro se dio de manera casual”. O sea, no respondió a acto oficial o protocolar alguno.

 

Luego de narrar que ambos se estrecharon las manos “porque lo cortés no quita lo valiente”, pasó a cuestionar la intencionalidad dada a aquel momento con el funcionario gringo por parte de medios y agencias en general. Exactamente dijo: “Entonces empiezan los escribidores de la derecha (a decir): No, la única forma de que haya buenas relaciones (con Estados Unidos) es que liberen al Monstruo de Ramo Verde (Leopoldo López)”.

 

Seguidamente, el Mandatario lanzó la expresión que ahora es tomada por los dueños de laboratorios de la guerra sucia, y que los someterá sin duda alguna a otra gran derrota propagandística. Textualmente exclamó: “La única forma que yo usara las facultades presidenciales que tengo para liberarlo, es para montarlo en un avión y que vaya a los Estados Unidos, lo deje allá y me entreguen a Oscar López Rivero, pelo a pelo pues, hombre a hombre. Es la única forma”.

 

Allí hay algunas cosas a destacar. La primera de ellas, es que la propuesta nunca fue formalizada; en segundo lugar, jamás fue respondida por el presidente de EEUU, Barack Obama, posiblemente a causa de lo anterior y en tercer lugar y tal vez la más importante, es que la decisión del Presidente saliente de gringolandia respondió a una acción unilateral de su parte y jamás a un condicionamiento “pelo a pelo, hombre a hombre”, que significara la libertad, sólo para irse a EEUU, del jefe del partido terrorista Voluntad Popular, condenado a 13 años de prisión. En consecuencia, en modo alguno Nicolás Maduro está obligado a gestionar ningún tipo de diligencia a favor del exalcalde de Chacao. Nada lo ata.

 

El peso de estas razones, como ya se señaló, son fundamentales para derrumbar este nuevo intento de la derecha mediática que pretende obtener frutos sucios (muy sucios) de un escenario que solo existe en su imaginación.

 

(conelmazodando.com.ve)

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