INYECCION-C.jpg

Alejandro Contreras, joven transexual de 21 años, murió el pasado martes en el Hospital Vargas, luego de acudir al centro hospitalario en estado grave de salud por haberse inyectado 2 litros de silicona para cabello en los glúteos.

El joven que provenía desde el estado Mérida, acudió a la ciudad capital luego de contactar a una mujer que le ayudaría a la colocación del ingrediente mortal. Según fuentes de familiares y allegados habría comprado la silicona en bolívares cinco mil en Colombia, y por la inyección habría pagado otros 10 mil.

Contreras acudió a un hotel en plaza Venezuela, donde hizo el rudimentario procedimiento que le provocó mareos, diarrea, náuseas y cuadros asmáticos, al llegar Hospital Vargas, poco pudo hacerse por su estado inestable.

En este afán, son los jóvenes de pocos recursos como Contreras, que osan acudir a primarios procedimientos, sin ningún aval y supervisión médica. Esto, aunado al ideal de belleza de los concursos de belleza, cobra de manera más consecuente la vida de hombres y mujeres que, independientemente de su condición sexual, son arrojados a carreras contra la vida, en la búsqueda de aceptación.

 

(LaIguana.TV)